Se sospecha que el destino de la carga, detectada en una encomienda, era la terminal porteña de Retiro. Los insumos son de fabricación nacional y para uso médico. En Argentina, a la fecha, la problemática penal se limita al comercio desleal del potente fármaco y a su uso indebido
La semana pasada, en Misiones, Gendarmería detectó dentro de una encomienda 500 ampollas de fentanilo, el opiáceo 50 veces más potente que la morfina que está causando estragos en la población adicta de EEUU, que registra récord de muertes por sobredosis y cifras inusitadas de indigencia vinculada al uso de esa droga.
El operativo se desplegó en la ruta nacional Nº 12 y el Juzgado Federal de Posadas ya tiene la causa. Por lo pronto, se sospecha que la droga que salió de Posadas iba a la terminal porteña de Retiro.
Cabe aclarar que las ampollas -insumos fuertemente controlados, usados por anestesistas y galenos especializados en cuidados paliativos- son de producción nacional. Las fabricó el laboratorio Gobbi-Novag, bajo la marca “Fentanovag”.
Clandestina
A la fecha, no se detectó producción clandestina de fentanilo en Argentina y las problemáticas dentro del sistema penal son el uso indebido y la venta desleal del material.
Un caso resonante ocurrió en el hospital Fernández, en la ciudad de Buenos Aires. Un enfermero de carrera del nosocomio quedó incriminado por hechos ocurridos en 2018. En dos ocasiones, sustrajo medicación (fentanilo y morfina) sin dejar registrada su cantidad y contenido.
En febrero de 2022, se detectó que la cocaína envenenada vendida en el conurbano bonaerense, en la villa Puerta 8 de Tres de Febrero, que mató a 24 consumidores, era carfentanilo, un derivado del fentanilo 30 veces más potente.
Carteles
El fentanilo es una de las drogas más poderosas y adictivas del mercado narco y potencia los negocios de los cárteles mexicanos en Estados Unidos.
Causa estragos entre adictos de grandes centros urbanos; en especial, en las ciudades californianas de Los Ángeles y San Francisco, que tienen cifras inéditas de indigencia vinculadas al estupefaciente.
Un tema crítico en San Francisco es la cantidad de adictos que pasan sus días en la vía pública y la falta de reflejos de las autoridades para controlar el comercio y el consumo de drogas y los delitos vinculados con ambas actividades.
En 2022, en una crónica lapidaria, la periodista Nellie Bowles afirmó que el nuevo Centro Tenderloin, en Market Street, es “básicamente un espacio seguro para inyectarse”.
Según Bowles, en el San Francisco pospandemia “los únicos que quedan” en el centro son indigentes y adictos y los trabajadores sociales que se ocupan de ellos.
En un artículo titulado “Cómo San Francisco se convirtió en una ciudad fallida, y cómo puede recuperarse”, que publicó el diario The Atlantic, la periodista compartió una historia para describir el panorama. “Hace un par de años, una de mis amigas vio a un hombre tambaleándose por la calle, sangrando. Lo reconoció como alguien que habitualmente dormía a la intemperie en el barrio y llamó al 911. Los paramédicos y la policía llegaron y comenzaron a atenderlo pero los miembros de un grupo de defensa de los sin techo intervinieron. Le dijeron al hombre que no tenía que subir a la ambulancia, que tenía derecho a rechazar el tratamiento. Eso fue lo que hizo. Los paramédicos se fueron, los activistas se fueron. El hombre se quedó solo en la acera, todavía sangrando. Unos meses después murió a una manzana de distancia”, narró.
Referéndum
Hace poco más de un año, vía referéndum, los ciudadanos de San Francisco, una de las zonas más progresistas de EEUU, mostraron su inquietud por la alarmante situación y desplazaron de su cargo a un fiscal señalado como abolicionista.
Se trata de Chesa Boudin, de 42 años, hijo de radicales de izquierda y ex traductor del ex militar y político venezolano Hugo Chávez.
Cabe aclarar que en EEUU, según el sistema de cada estado, los fiscales de distrito pueden ser nombrados por el ejecutivo local o elegidos por el voto popular, como es el caso de California.
Boudin asumió en enero de 2020, luego de un triunfo ajustado en noviembre de 2019. Llegó al puesto con el ala demócrata afín a Bernie Sanders y fue destituido tras un “referéndum revocatorio especial” que se ordenó a raíz de la colecta de firmas que establece la legislación.
Los malos resultados de su gestión -en especial, por la escalada de delitos contra la propiedad- sellaron la suerte de su carrera: más de 60% de los votantes eligió que se fuera.
En San Francisco hay cerca de 10 mil personas en situación de calle y las muertes por sobredosis -en especial, de fentanilo- crecen desde 2015.
Aunque a Boudin le tocó dar sus primeros pasos durante la crisis sanitaria que castigó duramente a la ciudad, sus detractores estimaron que falló.
La explosión de la circulación del fentanilo también explica su fracaso.
En 2014, una ley estatal ablandó las consecuencias de la posesión de drogas, que dejó de ser un delito grave y pasó a ser uno menor.
Aunque en 2019 aquella sustancia ya golpeaba a los adictos (más de 700 fallecieron por sobredosis), apenas asumió, Boudin -ex defensor público- adelantó que no destinaría recursos a perseguir el ilícito y les ordenó a los agentes bajo su mando no presentar cargos en delitos asociados con la falta de vivienda y la dependencia de los estupefacientes, entre otros.
Sobredosis
En 2022, las sobredosis de fentanilo causaron las dos terceras partes de las 110 mil muertes por sobredosis en EEUU entre gente de 18 y 49 años.
El viernes, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, reunió virtualmente a representantes de 84 países -entre ellos, México, principal vía de entrada de la sustancia al territorio estadounidense- para delinear una coalición global y aumentar la cooperación en la lucha contra el fentanilo y otras drogas sintéticas.
“Estados Unidos es como el canario en la mina de carbón: en otras palabras, lo que está pasando aquí con el fentanilo pronto sucederá en el resto del mundo”, planteó Blinken.
En esa línea, advirtió que ya saturado el mercado en EEUU “las mafias criminales transnacionales están enfocándose en otros lugares”.
“Feroz urgencia”
“Si no actuamos juntos con feroz urgencia, será una catástrofe”, dijo el funcionario.
Recordó que las organizaciones criminales que trafican drogas sintéticas son extremadamente hábiles para explotar los eslabones débiles del “sistema global interconectado”.
“Cuando un gobierno restringe agresivamente el precursor químico, los traficantes lo compran en otro lugar. Cuando un país cierra una ruta de tránsito, los traficantes se trasladan rápidamente a otro. Ésta es la definición de un problema que ningún país puede resolver solo”, agregó.
China, productor de las sustancias químicas que se usan para fabricar fentanilo -la droga inventada en los años 60 que revolucionó la anestesiología- fue invitada al encuentro, pero no compareció.
Sintéticas
Además, en el orden del día de la reunión virtual estaban, entre otros, la ketamina, potente anestésico de uso legal en Estados Unidos; el MDMA, en su última fase de aprobación para emplearlo en pacientes con trastornos como el estrés postraumático, y la metanfetamina, que protagonizó la antepenúltima crisis de narcóticos del país norteamericano.
Las drogas sintéticas son más fáciles de fabricar y de transportar ilícitamente que otras.
El año pasado, la DEA (siglas en inglés de la agencia antidrogas) incautó 50,6 millones de píldoras falsas y 4.500 kilos de polvo de fentanilo, el equivalente a casi 380 millones de dosis potencialmente mortales.
El problema con los opiáceos en EEUU se remonta a los años 90, cuando farmacéuticas como Purdue Pharma inundaron el mercado con el analgésico OxyContin, que se comercializó con el engaño de que no creaba hábito. Cuando los médicos dejaron de recetar las pastillas, quienes desarrollaron dependencia comenzaron a usar heroína.
En marzo de 2019, Purdue Pharma llegó a un acuerdo extrajudicial con el Estado de Oklahoma por 270 millones de dólares en concepto de compensación.
A su turno, el accionante denunció la devastación que genera en la población adicta la comercialización del controvertido analgésico, 10 veces más potente que la morfina.
Batallas judiciales
Se trató del primer litigio que se resolvió en el marco de las batallas judiciales que enfrenta la firma, demandada por cerca de 40 Estados y más de 1.500 ciudades; entre ellas, Nueva York.
A fines de 2020, dos de los propietarios de Purdue Pharma reconocieron ante un comité parlamentario que su medicamento tuvo un papel en la problemática de salud pública más grave registrada desde el VIH y, antes, del coronavirus.
Según los críticos de la farmacéutica, los esfuerzos de mercadotecnia de la compañía contribuyeron a la suba de los cuadros de adicción y las sobredosis que les costaron la vida a casi medio millón de estadounidenses.
Al momento de lanzar el OxyContin, en 1996, Purdue Pharma les aseguró a médicos y pacientes que la sustancia era más segura y menos adictiva que otros opioides. Sin embargo, la cantidad de adictos escaló con el paso de los años.
Ya en 2007, la empresa fue demandada por “defraudar a científicos y consumidores” y desembolsó 634,5 millones de dólares en multas.