La Corte Federal alemana absolvió a un abogado acusado de intento de homicidio por recomendarle a su cliente aplicar la eutanasia a su madre.
Así, en un fallo histórico, el máximo órgano de justicia de Alemania determinó que interrumpir el tratamiento médico que mantiene con vida a un paciente no es un delito si el enfermo lo pidió expresamente y, en esa lógica, invalidó una sentencia previa de la Audiencia Provincial de Fulda, que condenó al profesional a nueve meses de prisión.
“Apagar un respirador o cortar un tubo de alimentación están entre las formas permitidas de terminar un tratamiento”, plasmó.
Erika Kuellmer murió en 2007, a los 77 años, luego de estar cinco en estado vegetativo. A pesar de que sus hijos demostraron que su voluntad era no ser mantenida con vida, los médicos no quisieron desconectarla.
Ante ello, asesorada por el abogado Wolfgang Putz, la hija de Kuellmer siguió el consejo del profesional y, tal como le indicó, cortó la sonda de alimentación.
Seguridad jurídica
El tribunal falló que “aquellos que cuidan a un enfermo deben retirar o interrumpir el tratamiento médico que lo mantiene con vida si ésa es la voluntad del paciente”. La ministro de Justicia alemana, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, apoyó la decisión, estimando que confiere seguridad jurídica a una cuestión controversial y le otorga más valor al derecho de autoderminación de las personas.