Además del ex director del Registro, hay otros seis imputados, entre ellos su esposa. Se los acusa de intentar apropiarse de un campo ubicado cerca de Jesús María, valuado en 8 millones de dólares
La Cámara 10ª del Crimen de la ciudad de Córdoba abrirá hoy la etapa final del juicio que tiene como principal acusado al ex director del Registro de la Propiedad de la Provincia, Jorge Belmaña Juárez.
De no mediar inconvenientes y luego de varios meses de iniciado el debate oral, comenzará la lectura de los alegatos, que derivará seguramente en el pedido de condena en contra del ex funcionario.
En esta oportunidad, Belmaña Juárez está acusado -junto con su esposa, la escribana Irma Marino, y otros cinco imputados- por el presunto intento de apropiación de un campo de 1.793 hectáreas en la zona de Jesús María, valuado en su momento en unos ocho millones de dólares, según consta en el expediente de la causa.
Además de Belmaña Juárez y de su esposa, están acusados la escribana María del Carmen Colodrero, el contador Carlos Jesús Cobo, Víctor Hugo Cadamuro, César Edgardo Gutiérrez y José Luis Gómez.
La causa
Según conta en el expediente, un jubilado sin herederos forzosos, de nombre Cipriano Sánchez, donó tres grandes fracciones de campo a amigos, a vecinos y a empleados, algunos de ellos indigentes. De acuerdo con la acusación, uno de estos títulos de transferencia sirvió para falsear el primer testimonio notarial que, unido a la falsificación de un asiento de dominio en el Registro de la Propiedad, permitió transferir el campo a Carlos Ernesto (o Alberto) Morales.
La causa aún se llama “Arduh” porque en principio estuvo imputado el legislador radical Orlando Arduh, quien resultó sobreseído cuando quedó desplazado el fiscal instructor Enrique Gavier.
Dos condenas
Belmaña Juárez fue director del Registro de la Propiedad entre 1997 y 1998, y entre 2002 y 2004. En 2014, la Cámara 10ª del Crimen lo condenó a cuatro años y cuatro meses de prisión, por considerarlo partícipe necesario de falsificación y adulteración de instrumento público y falsedad ideológica. Al no estar firme la sentencia, quedó en libertad.
Luego, en junio del año pasado, fue condenado a un año y nueve meses de cárcel por falsedad ideológica y cumple la pena de prisión por una maniobra para conseguir apropiarse de un terreno en Falda del Sauce, pedanía Los Reartes.