Estacionero y petrolera deben indemnizar por vender combustible adulterado con agua

La Cámara 5ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, con voto del vocal Joaquín Ferrer , confirmó la condena contra una estación de servicios de la provincia de Entre Ríos que vendía nafta adulterada

En “Martellotto, Leonardo C/ Combustibles Litoral SA y Otro – Abreviado - Daños y Perjuicios - Otras Formas de Responsabilidad Extracontractual”, el accionante demandó a la estación de servicio de la firma demandada, ubicada en Gualeguaychú, que comercializa combustible Axion, refinado y distribuido por Pan American Energy LLCC.

El demandante narró que tras cargar nafta en el lugar, el vehículo comenzó a presentar fallas y la posterior paralización del motor, debiendo ser remolcado hasta la ciudad de Córdoba.

El servicio oficial del vehículo diagnosticó “agua en combustible”.

En primera instancia se hizo parcialmente a la demanda por daño material, privación de uso y daño moral, más sus intereses y se fijó condenó a las demandadas por daño punitivo.

El fallo ponderó "los incumplimientos al derecho del consumidor cometidos por ambas empresas a saber: incumplimiento contractual art. 10 bis y 40 de la LDC, a la obligación de seguridad y falta de diligencia debida por inexistencia de controles periódicos, conforme a la naturaleza riesgosa del combustible, características y modalidad de comercialización, art. 42 de la CN y art. 5 de la LDC, al trato digno al consumidor, art. 42 de la CN, art. 1097 del CCCN y art. 8 bis de la LDC siendo que ante esta mera violación la LDC habilita la aplicación por expresa remisión de la norma del daño punitivo, por la gravedad que ello implica y la necesidad de prevenir este tipo de violaciones, y por último, al deber de entregar documento de venta conforme el art. 10 de la LDC, además de "la falta de respuesta de ambas empresas frente a cada uno de los diversos reclamos que realizó el actor mediante carta documento, luego denuncia en sede administrativa y finalmente judicialmente, limitándose a negar los hechos".

Sobre el titular de la estación, se recalcó que medió conducta deliberada, con culpa grave o dolo, grosera, temeraria, o una actuación cercana a la malicia por parte de la titular de la estación de servicio así como de la empresa proveedora de combustible.

El magistrado grado concluyó que “el reclamo del actor en este punto puede subsumirse a una acción preventiva, pues lo que se persigue con la publicidad solicitada es que eventualmente consumidores sean advertidos del riesgo que pueden correr con este tipo de prácticas antijurídicas y al mismo tiempo compeler a las accionadas a desistir de dichas prácticas nocivas”.