España puede ser el sexto país del mundo en autorizar la eutanasia

El texto obtuvo 198 votos a favor, 138 en contra y dos abstenciones. Indica que pueden pedir el derecho a poner fin a su vida los pacientes con alguna dolencia irreversible, siempre que hayan manifestado su intención en cinco etapas y tengan aval médico

En España, la Ley de eutanasia, presentada por el Partido Socialista (PS), fue aprobada en el Congreso de Diputados y el país se encamina a convertirse en el sexto del mundo en habilitarla. [privado]

Según el texto, que obtuvo 198 votos a favor, 138 en contra y dos abstenciones, pueden pedirla los pacientes con alguna dolencia irreversible, siempre que hayan manifestado su intención en cinco etapas del proceso y tengan aval médico. Además, establece que deben ser mayores de edad y haber residido en España por lo menos en los últimos 12 meses.

Ahora resta la aprobación en el Senado. Las previsiones indican el trámite se completará sin inconvenientes.

La eutanasia ya rige en Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Nueva Zelanda y la posibilidad de su regulación cuenta con un amplio consenso social en España -en torno a 80 por ciento, según las encuestas-.

“Es una demanda transversal de la sociedad”, declaró el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

La eutanasia o el suicidio asistido han sido despenalizados o reguladosen Nueva Zelanda, Alemania, Bélgica, Colombia, Luxemburgo, Suiza y algunos Estados de Australia y Estados Unidos.

La “buena muerte”, según su etimología, implica provocar el fallecimiento a requerimiento de un paciente con una enfermedad mortal a través de la administración de un medicamento en dosis letal.

En los últimos años, el Congreso español rechazó en cuatro ocasiones tratar la cuestión, pese a que los reclamos de varios pacientes terminales llegaron los titulares.

El último caso mediáticos fue el de Ángel Hernández, acusado por cooperación en el suicidio de su esposa, en abril de 2019, pese a que ella le dio su consentimiento y lo grabó en vídeo.

El pionero fue Ramón Sampedro, el tetraplégico gallego a quien le facilitaron la muerte en 1998 y cuya historia de vida fue llevada al cine por Alejandro Amenabar en la película Mar adentro .

Pese a la penalización de la eutanasia, en España ya existía una ley de muerte digna que establece las condiciones a las que puede acogerse una persona en situación terminal, incidiendo en el derecho de los pacientes a recibir cuidados paliativos integrales.

Nueva Zelanda

Hace poco más de un mes Nueva Zelanda aprobó en un referéndum vinculante la eutanasia para enfermos terminales.

En la consulta, 65,2 por ciento de los votantes respaldó la ley aprobada el 13 de noviembre de 2019 en el Parlamento.

El procedimiento será legal a partir del 6 de noviembre de 2021 y se permitirá que un médico administre una droga letal a un adulto desahuciado que lo haya solicitado de forma consciente y voluntaria.

Otros dos galenos deberán supervisar el procedimiento y acordar en que el paciente está en condiciones de manifestar su voluntad.

El líder del partido ACT, David Seymour, quien apoyó la medida, escribió en su cuenta de Facebook que gracias al resultado de la votación “miles de neocelandeses que afrontan una muerte horrorosa tendrán una elección, dignidad, control y autonomía sobre sus propios cuerpos bajo la protección de la ley”.

Por su parte, Matt Vickers, viudo de Lecretia Seales, una mujer que luchó en los tribunales por su derecho a morir, declaró que la norma, que combina otras que protegen los derechos individuales en el país, será segura.

Aunque la eutanasia es legal en otros países, Nueva Zelanda es el primero en hacerlo mediante un referéndum.

Argentina

En el país existen dos marcos regulatorios que habilitan la toma de decisiones al final de la vida: la Ley de Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud, aprobada en 2009 y modificada en 2012 (también llamada “ley de muerte digna”), que permite a toda persona opinar sobre el tratamiento que desea o no recibir, y las disposiciones del Código Civil vigente desde 2015, que en sus artículos 59 y 60 norma el consentimiento informado para actos médicos e investigaciones en salud y las directivas médicas anticipadas, respectivamente.

La legislación sancionada en 2012 permite a pacientes y familiares limitar los esfuerzos terapéuticos en los casos de una “enfermedad irreversible, incurable o se encuentre en estadio terminal”, pero no contempla la eutanasia ni el suicidio asistido.

La ley 26742 precisa que toda persona capaz y mayor de edad puede disponer directivas anticipadas sobre su salud, pudiendo consentir o rechazar determinados tratamientos médicos, preventivos o paliativos, y decisiones relativas a su salud, y que éstas deberán ser aceptadas por el galeno a cargo. [/privado]