Empleador indemniza robo de la moto de exempleado

El tribunal tuvo en cuenta que la firma demandada tenía la posibilidad de presentar como prueba en su favor el material de las cámaras de filmación apostadas en el lugar de los hechos, pero no lo hizo. [privado] Luego de advertir de que la firma demandada cuenta -entre otras cosas- con cámaras de filmación en las dependencias donde ocurrió el hecho y sin embargo no aportó éstas al proceso, la Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba ratificó que aquélla debe resarcir la sustracción en su playa de estacionamiento de la motocicleta de su entonces empleado, recordando que a la empresa le cabe no sólo “deber de custodia y seguridad de sus dependientes, sino que también podría haber aportado algún elemento que pudiera servir para desvirtuar o respaldar afirmaciones como la del accionante”. El juzgado de origen resolvió la controversia de la misma manera y la accionada, Servicios Industriales SRL, apeló por considerar insuficiente la prueba rendida, que consistió fundamentalmente en el testimonio de un compañero de trabajo que era transportado diariamente por el accionante, quien corroboró que ese día fueron en la moto pero no pudieron volver en ésta porque fue robada; y el jefe de recursos humanos que declaró que la víctima del siniestro le informó lo sucedido ese mismo día. La mencionada Cámara, integrada por Graciela Junyent Bas -autora del voto-, José Manuel Díaz Reyna y Héctor Hugo Liendo, rechazó la vía recursiva intentada y confirmó que Servicios Industriales debe abonar cuatro mil pesos por la sustracción de la motocicleta Appia ocurrida en la playa donde los dependientes de la empresa dejan estacionados sus rodados durante la jornada laboral. Entre sus argumentos, el fallo expuso que “analizados minuciosamente todos y cada uno de los dichos de ambos testigos (…) a la luz de las reglas de la sana crítica se revelan suficientes para tener por cierta la existencia del robo del predio de estacionamiento de la empresa-demandada, con el consecuente daño que trajo aparejado para el actor y la responsabilidad de la apelante”. Asimismo, el decisorio determinó que “no pueden reputarse los argumentos explicitados por la apelante al alegar que la prueba estaba a cargo del actor, ya que la teoría de las cargas probatorias dinámicas, flexibilizando el rigor de los principios tradicionales, pone en cabeza de la parte demandada la carga de la prueba de las circunstancias eximentes de responsabilidad, por ser la parte que se encuentra en mejores condiciones de producirla”. Valoración Al efecto, el tribunal de apelación valoró que “la empresa recibe los vehículos en su estacionamiento y cuenta con un sitio para el aparcamiento de los vehículos de sus dependientes, disponiendo además de un sistema de seguridad compuesto por guardias de seguridad permanentes, cámaras de seguridad y un cerco perimetral de tipo olímpico” y “a partir de ello, surge con meridiana claridad que la apelante a través de dicho sistema de control no sólo debería brindar seguridad y confianza, lo que es consonante con su deber de custodia y seguridad de sus dependientes, sino que también podría haber aportado algún elemento que pudiera servir para desvirtuar o respaldar afirmaciones como la del accionante-apelado”. De tal forma, el pronuciamiento concluyó que en realidad “estaba a cargo de la demandada acreditar que el día del hecho no se encontraba el motovehículo del accionante en la playa de estacionamiento de la empresa, como para eximirse de responsabilidad, (y) careciendo de pruebas que avalen su posición, cabe tener por acreditados los hechos invocados por la parte actora en el libelo introductorio”. Artículo Además, el órgano de alzada ponderó que “el artículo 1723 del Código Civil y Comercial, vigente desde el 1 de agosto del corriente año, consagra que (…) ‘Cuando de las circunstancias de la obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva’” y “de ello se desprende que la empresa demandada se responsabiliza por todos los daños producidos en su establecimiento a los bienes de sus dependientes, que como en el caso sub examen el actor confió en el cuidado de su motovehículo que debe serle restituido en el mismo estado en que fue depositado en el estacionamiento, al término de su jornada laboral”. Autos: “POVIDAYKO MORACHI GONZALO MIGUEL C/ SERVICIOS INDUSTRIALES S.R.L. - ABREVIADO – COBRO DE PESOS - REC. APELACION - EXPTE. N° 2423069/36”

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