El máximo tribunal de Jujuy ratificó una cuota alimentaria de 25% del salario mínimo

Desestimó así las objeciones del padre alimentante y reiteró que el juez que interviene en este tipo de procesos puede modificar esos montos, según las circunstancias que observe en cada caso

El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Jujuy rechazó el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por un padre, a quien en un juicio por alimentos se le fijó como cuota 25% del salario mínimo vital y móvil (SMVM).

El hombre alegaba que su exesposa había solicitado una mensualidad equivalente a 20% del citado indicador y que, además, tiene otros hijos que alimentar.

En respuesta, el STJ entendió que los argumentos no fueron suficientes para torcer lo dispuesto y que el juez podía modificar la cuota según las circunstancias del caso.

En el origen de éste, la Sala I del Tribunal de Familia jujeño resolvió hacer lugar a la demanda promovida por la parte demandante y fijó la cuota en el porcentaje referido, después de que se demostró el vínculo paterno-filial, el hecho de que el alimentado adolescente convive con su madre y en atención a las obligaciones y necesidades de las partes.

En el recurso de inconstitucionalidad planteado por el progenitor, éste consideró arbitrario lo resuelto, al considerar que la sentencia fijó un monto superior al solicitado, por lo que se atentaba contra el principio de congruencia, y que, teniendo otros menores a su cargo, la cuota fijada resultaba excesiva.

Dictamen

Ya en instancia del máximo tribunal jujeño, el dictamen fiscal se inclinó por el rechazo del recurso. Del voto de la suprema Laura Nilda Lamas González se definió que este tipo de sentencias sobre alimentos es netamente provisional, pudiendo la cuota ser aumentada, disminuida o dejada sin efecto según las circunstancias pero que, además, no se configuraba ningún supuesto de arbitrariedad ni vulneración de garantías constitucionales.

La magistrada analizó que al promoverse demanda, la mujer solicitó un monto no menor de $7.500, actualizado cada seis meses, y para el supuesto de estar bajo relación de dependencia, solicitó el embargo de 20% del salario, asignaciones y sueldo anual complementario (SAC), por lo cual jueza entendió que, siendo que en el caso el demandado no trabajaba bajo relación de dependencia, ello no influía en la decisión. Pero, además, aclaró que en derecho de familia “la pretensión de la actora importa un ‘piso mínimo’ que debe ser valorado por los jueces conforme las constancias comprobadas en la causa y los delicados intereses en juego”.

La jueza también trajo a colación un precedente de cámara, que dispuso que el tema a decidir merece ser revisado o atenuado, pudiendo fijar una suma superior si se advierte que el monto reclamado es insuficiente para satisfacer el derecho alimentario, se demuestra que los ingresos del alimentante son sustancialmente mayores que lo estimado o que la cuota requerida se ha visto desvalorizada por el transcurso del tiempo en el proceso.

Finalmente , con la adhesión de sus pares Sergio Marcelo Jenefes y Federico Francisco Otaola, se resolvió rechazar el recurso, con costas, atento a que, en lo relativo a que tenga otros hijos, sólo acompañó dos partidas de nacimiento, de las cuales surge que incluso uno de ellos es de otro progenitor, por lo que, no habiendo demostrado que no tiene otras posibilidades objetivas de obtener más ingresos, tal argumento no puede ser considerado, más aún cuando la actora alegó que trabaja 14 horas días para contribuir con su hijo, lo que no fue negado por el alimentante.