En duros términos, el fiscal federal Ramiro González rechazó la recusación que interpuso la defensa de Alberto Fernández para apartarlo de la causa que investiga al ex presidente por presuntos hechos de violencia contra su ex pareja, Fabiola Yañez.
El agente atacó los argumentos que expuso Silvina Carreira, la abogada de Fernández, quien lo acusó de actuar sin objetividad.
Señaló que el planteo es extemporáneo y que no se ajusta a ninguna causal.
En ese marco, dijo que la defensa pretende desplegar un manto de sospecha sobre su actuación diciendo, incluso, que recibe a algunos testigos de manera previa a las audiencias. “La parte que efectivamente se reunió antes, documentó y obtuvo prueba ilegalmente fue quien hoy me recusa”, postuló. “Dicho sea de paso, es quien pagó para obtener los testimonios ante el escribano”, sumó.
Entre otras cosas, Carreira acusó a González de filtrar información a la prensa y de negarle la posibilidad de participar en actos “esenciales” de la investigación. Además, sostuvo que la defensa del ex jefe de Estado se vio vulnerada con la suspensión de las testimoniales de la niñera de Francisco, Noelia del Valle Gómez, y las ex empeadas de Olivos Karina Daniela y Amalia Moreno, cuyas declaraciones fueron propuestas por Fernández y suspendidas por el fiscal debido a la existencia de una “cláusula de confidencialidad”.
González respondió que la información sobre los testigos de identidad reservada, aportada por la defensa, ya circulaba en los medios antes de la apertura de los sobres con las actas notariales.
Así, recalcó que las filtraciones “solo podían provenir de aquellos que tuvieran un conocimiento previo del contenido de las actas”.
Con respecto a las ex trabajadoras de la quinta presidencial, el fiscal ratificó la nulidad de las declaraciones que hicieron ante escribano y remarcó que llamó a declarar la niñera, quien no estaba alcanzada por esta restricción. Bajo esa premisa, arguyó que la suspensión de las audiencias, lejos de acreditar la falta de objetividad alegada, son “la expresión del desacuerdo de la defensa respecto a los momentos de los actos procesales que lleva adelante.
Como parte de la recusación, la abogada de Fernández sostuvo que fue obligada a transcribir manualmente la declaración de Yañez para evitar filtraciones a la prensa. “Carreira optó por tomar nota con una lapicera, aunque nada obstaba a que lo hiciera utilizando otro medio”, replicó el agente.
“Se trata, en definitiva, de una construcción forzada, amañada, para intentar poner en duda, no la objetividad del fiscal de la causa, sino las medidas de prueba, los momentos y la prueba obtenida en el caso”, enfatizó.
Ahora, el juez Julián Ercolini deberá decidir si González continuará al frente de la instrucción, que se aproxima a su cierre.