Se tuvo en cuenta que ambos iniciaron la convivencia cuando ella tenía 16 años y que se dedicó al cuidado del hogar y los hijos
La Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y Laboral de Rafaela, provincia de Santa Fe, ordenó una compensación económica para una mujer que fue echada de su hogar tras la finalización de su relación de 21 años.
La unión convivencial entre los involucrados se inició cuando la actora era muy joven, tenía 16 años, y desde entonces se dedicó al cuidado del hogar y la familia. Luego abrió un pequeño kiosco.
Al resolver, el tribunal integrado por María Jose Álvarez Tremea, Pablo Ricardo Lorenzetti y Duilio Maximiliano Hai destacó que se debe resguardar a “las personas que, por razón de su edad, género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas y/o culturales encuentran especiales dificultades para ejercitar con plenitud ante el sistema de justicia los derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico”.
Además, “el Estado, a través del Poder Judicial, se encuentra obligado a remover los obstáculos que entorpecen el acceso a la Justicia de las personas en situación de vulnerabilidad, en particular con relación a las mujeres que se encuentran en situaciones de violencia de género“, añadieron los camaristas.
La sentencia destacó que la dedicación al hogar y a la familia es un trabajo que excede la jornada laboral; que el trabajo de la actora en el kiosco también se tradujo en ingresos familiares que resultaron un aporte cuyo único beneficiario fue el accionado, quien logró adquirir un inmueble. Por lo expuesto, los magistrados admitieron la demanda de compensación económica y condenaron al demandado al pago de la suma de $300.000.