jueves 14, noviembre 2024
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EEUU: controversia por enmienda constitucional para empoderar al vicepresidente

APARIENCIA. Trump se mostró fuerte luego de dar positivo para covid-19.
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La normativa define cómo y cuándo un mandatario entrega el mando, temporalmente o no, a su segundo. En el tramo final antes de las elecciones, la salud de Trump plantea la posibilidad de que Pence deba asumir como interino

Durante la última semana, la salud de Donald Trump, presidente de Estado Unidos, quien se contagió coronavirus, generó análisis e interpretaciones sobre la enmienda constitucional que define cómo y cuándo un mandatario debe entregar el mando, temporalmente o no, a su segundo.

Aquellos debates y pedidos expresos al respecto se colaron en campaña electoral, llevando atención hacia la figura de Mike Pence.

Además de Trump, la enmienda 25 puede ser activada por Pence, quien el viernes protagonizó el primer y único debate de candidatos a la vicepresidencia con su rival demócrata, la senadora Kamala Harris.

El artículo 3 de la enmienda citada habilita al propio presidente a entregar provisoriamente el poder a su vice -por ejemplo, en caso de tener que ser operado con anestesia total, como le sucedió a Ronald Reagan durante unas horas en 1985-.

En tanto, según el artículo cuatro de la enmienda, cuando el vicepresidente y una mayoría de los principales funcionarios del Ejecutivo o de otro cuerpo como el Congreso le transmiten al presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara de Representantes una declaración escrita que establece que el presidente no está en condiciones de ejercer sus funciones, su segundo asumirá de inmediato “los poderes y las obligaciones del cargo como presidente interino”.

Hasta la fecha, ningún vicepresidente de EEUU activó aquella norma para asumir la presidencia de manera interina.

Hay especulaciones sobre la capacidad de Trump para participar del próximo debate presidencial, el jueves. En los últimos días, en la prensa y en las redes sociales estadounidenses se tejieron todo tipo de hipótesis sobre los posibles efectos de los medicamentos que el equipo de profesionales médicos que lo asistió durante su convalecencia le administró desde su internación por covid-19.

Los propios galenos de Trump admitieron que cuando llegue el momento de volver a cruzarse con Joe Biden podría estar cursando los últimos días de la enfermedad.

 

Debate

Según Joel Goldstein, autor del libro La vicepresidencia moderna de Estados Unidos: La transformación de una institución política (The Modern American Vice Presidency: The Transformation of a Political Institution), la posibilidad, real, de que Trump deba bajarse del debate no es un argumento suficiente para sostener la activación de la enmienda 25.

“El hecho de que un presidente no pueda hacer algunas cosas no significa que tenga que entregar el poder para gobernar. En definitiva, siempre se trata de una decisión política”, explicó el académico.

Goldstein agregó que una eventual ausencia en el próximo debate simplemente puede resolverse con “una negociación entre la comisión organizadora de debates y las dos campañas”.

En esa línea, precisó que si las tres partes llegan a un acuerdo sobre una nueva modalidad o un reemplazo para Trump, se aplica y no hay un conflicto institucional.

Durante los últimos cuatro años, Pence demostró ser leal a Trump y, principalmente, que acepta el lugar y el rol que se le habilitó, sin cuestionar ni generar polémicas, como sí sucedió con otros miembros del gabinete que terminaron rompiendo con el presidente y abandonando su administración.

Por ahora, nada indica que a días de los comicios Pence vaya a desafiar abiertamente al presidente.

 

Desconocida

La enmienda 25, una norma constitucional de Estados Unidos relativamente desconocida, ya fue motivo de análisis hace dos años.

Fue mencionada en el polémico artículo de opinión “Soy parte de la resistencia dentro del gobierno de Trump”, publicado de forma anónima en The New York Times y cuyo autor, según el diario, era un alto funcionario del Ejecutivo estadounidense.

Entre otras acusaciones, el escritor de la pieza aseguró que Trump era inestable y que, por eso, muchos miembros de su Gobierno planteaban la posibilidad de invocar la mencionada   norma.

La enmienda 25 fue aprobada por el Congreso como un mecanismo para asegurar la sucesión en el poder tras el asesinato, en 1963, de John Fitzgerald Kennedy.

Aprobada después del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, la enmienda 25 trata sobre los procedimientos para transferir la presidencia de Estados Unidos en caso de muerte, incapacidad, destitución o renuncia.

Después el crimen del mandatario, en Texas, el vicepresidente Lyndon Johnson asumió la jefatura de Estado, pero no existía un mecanismo claro para ocupar el cargo, que había quedado vacante.

Ante ello, el Legislativo propuso la enmienda, que se aprobó en 1965 y se convirtió en parte de la Constitución en 1967, tras ser ratificada por 38 estados.

La norma contiene cuatro disposiciones. La primera establece que el vicepresidente se hará cargo del gobierno si el jefe de Estado muere, renuncia o es destituido. La segunda señala que, si se produce una vacante en la vicepresidencia, el presidente debe nombrar un reemplazo que debe ser confirmado por una mayoría en ambas cámaras del Congreso: la Cámara de Representantes y el Senado. La tercera le permite al presidente delegar sus funciones en el vicepresidente de forma temporal y la cuarta crea el mecanismo mediante el cual el vice y la mayoría de los miembros del gabinete pueden declarar que el presidente no es capaz, lo que puede llevar a que sea sustituido por su número dos.

 

Transición

En lo sustancia, fue creada para establecer la transición en el poder cuando el presidente está incapacitado, pero para ponerla en marcha hay que demostrar que el presidente no puede desempeñar las funciones y obligaciones de su cargo.

Según los expertos, los parámetros de la enmienda 25 son incluso más exigentes que los de un procedimiento de impeachment (juicio político), que requiere mayoría en la Cámara de Representantes y dos tercios del Senado. La enmienda 25 puede requerir el voto favorable de dos tercios de los miembros de ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos.

De esa manera, la única circunstancia en la que esta enmienda es más fácil de aplicar que el impeachment es si el presidente no objeta la decisión del vicepresidente y del gabinete.


 

Nancy Pelosi

-El jueves de la semana pasada, durante su conferencia de prensa semanal en el Capitolio, la presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, dijo ante la prensa que se hablará sobre la 25 enmienda.

-Aunque fue cuestionada sobre si era momento de acudir a aquélla debido a la enfermedad de Trump, la mujer criticó que la Casa Blanca no aclaraba cuándo fue la última prueba de coronavirus del mandatario.

-Antes, entrevistada por Bloomberg TV, Pelosi sugirió que es probable que Trump no esté pensando con total claridad debido a los medicamentos que está tomando por su infección. “El presidente está, digamos, en un estado alterado en este momento. Puede haber algún impedimento de juicio”, sentenció.

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