Miguel Ángel Echegaray, acusado de ser un miembro clave de la cúpula de la organización Generación Zoe conducida por Leonardo Cositorto, se presentó en la fiscalía de Villa María después de haber permanecido seis meses prófugo.
La Policía Federal había allanado varios domicilios, sin éxito, y tenía un pedido de captura internacional. Para la fiscal Juliana Companys, Echegaray es uno de los principales reclutadores de víctimas en la trama, con un rol de “mentor coach profesional” en las conferencias públicas de Zoe. También, se cree, era el manager del dinero personal de Cositorto.
Era la persona que manejaba la caja en blanco, una fracción mínima de la enorme cantidad de dinero que movió en sus mejores épocas la empresa de Leonardo Cositorto. A nombre de Echegaray estaban muchas de las cuentas bancarias que tenía el holding. Pero también era responsable del armado de las “empresas fantasmas para desvíos de fondos”.
En 2016 formaba parte de AxPhone, una de las empresas con un esquema de negocios similar: ofrecer capacitaciones a los seguidores. Echegaray se proclamaba coach y presidente de AxPhone Argentina, filial local de la firma que tenía a Cositorto como presidente internacional. Ya en Zoe, Echegaray figuraba como número dos en Zoe Empowerment SA, empresa cabeza del holding, encargada de recibir y mover el dinero.