Determinan la antigüedad laboral de una repositora de empresas alimentarias

El fallo desentrañó un complejo sistema de contratación de casi 20 años, durante los cuales los empleadores, terceristas de las firmas más importantes del rubro, iban sucediéndose, pero la actora siempre realizaba las mismas labores como en supermercados [privado]

Al advertir que la actora prestó siempre las mismas tareas como repositora externa de firmas del rubro alimenticio en supermercados, por medio de empresas que tercerizaban sus servicios, la Cámara del Trabajo de Villa María estableció la fecha de ingreso coincidente con el inicio de esas labores, siendo ésta la que debió ser tomada para el cálculo de su antigüedad. En consecuencia, el tribunal admitió la diferencia de indemnización por antigüedad reclamada por la actora a quien fue su última contratante, la demandada Mondelez International SA.

La accionante Patricia Santi señaló que trabajó en relación de dependencia para la demandada desde el 1 de junio de 1996, desempeñándose como repositora. Señaló que el vínculo laboral se inició con la empresa Canale, a la que prestaba servicios por intermedio de dos consultoras: Suministra, de 1996 a 1998, y Alter Producciones SA, de 1998 a 2001, aclarando que en dicha época se desempeñaba como repositora en Villa María, en los supermercados Depetris, Argentino y Americano, y que viajaba a trabajar a las ciudades de San Francisco y Río Cuarto.

Adujo la demandante que en 2001 comenzó a prestar servicios para la consultora In Store Marketing SRL, pero -junto con el cambio de consultora- la empresa Canale, para la que realmente trabajaba, se fusionó con la empresa Nabisco y comenzó a denominarse “Terrabusi, Canale y Nabisco”, aunque ella seguía desempeñándose como repositora, realizando las mismas tareas y encargándose de la reposición de los mismos productos.

Santi mencionó que en 2005 cambió nuevamente de manos la consultora que la contrataba, pasando a denominarse “Cleverman” y, paralelo a ello, la empresa Kraft absorbió a Terrabusi, Canale y Nabisco. Narró finalmente que Kraft cambió su nombre a Kraft Foods y Mondelez International.

La actora resumió que estuvo durante 19 años en el control de pedidos, limpieza, control de stock y reposición de los mismos productos, los que fueron comercializados sucesivamente por las empresas mencionadas y que consistían en las marcas que detalla y explicó que se revela el cambio de denominación si se observa la etiqueta de los productos que trabajaba, los que antes figuraban con un nombre y luego con “Mondelez International”.

Al evaluar la verdadera antigüedad de la actora, el juez advirtió que los aportes realizados por las terceras contratistas se efectuaron sin interrupción, mes a mes, desde julio del año 1996 hasta julio del año 2015; esto implica continuidad en la prestación laboral de la pretensora.

Del fallo dictado por la Cámara.

Así, agregó que en el último tiempo de la relación de trabajo la tarea se llevaba a cabo en los supermercados Vea e Hiper Libertad, ambos de la ciudad de Villa María, hasta que -con fecha 30/7/1, mediante carta documento se le comunicó su despido a partir del día 31/7/2015 y liquidación final a disposición.

Finalmente, apuntó que las indemnizaciones fueron abonadas pero por montos muy inferiores a los que correspondían, por lo cual reclama la diferencia de indemnizaciones conforme a la real fecha de ingreso.

Actividad

Al resolver la controversia, la Cámara integrada por el vocal Osvaldo Samuel , tras valorar la prueba, sostuvo que fue corroborada la actividad de la actora dedicada a la reposición de mercadería o repositora, que comprende el control de pedidos, limpieza control de stock y reposición de productos en los supermercados asignados.

Luego, el magistrado observó la mecánica de las contrataciones y la colocación a la trabajadora en determinadas relaciones laborales, que se caracterizan por la tercerización. Resaltó que la demandante ha sido contratada por terceros con vista a proporcionarla a las empresas, donde realizaba la actividad de reposición.

Al evaluar la verdadera antigüedad de la actora, el juez advirtió que los aportes realizados por las terceras contratistas se efectuaron sin interrupción, mes a mes, desde julio del año 1996 hasta julio del año 2015; esto implica continuidad en la prestación laboral de la pretensora.

De igual modo, también valoró la prueba testimonial, de la que extrajo que “en el súper la accionante empezó con Canale, era repositora, era repositora externa de Canale, no del supermercado (…) la reclamante laboraba para Canale (…) después esas empresas empiezan a absorber, de Canale pasó a Terrabusi, se dio cuenta porque cambiaba la ropa, antes decía Canale, luego Terrabusi. (…) que Terrabusi absorbió a Canale, tenía ropa azul con inscripción o logo de algún producto, después Nabisco, Kraft, Mondelez, ahora es Mondelez (…) Terrabusi era Nabisco (…) la actora nunca dejó de trabajar, siempre continuó más allá de los cambios de uniforme”.

Relevantes

Con base en ello, el vocal determinó que estos datos fueron relevantes: uno referido a la continuidad ininterrumpida en la ejecución de labores por la accionante; y otro, circunscripto al conocimiento que se tenía del cambio de denominación de la empresa que utilizaba o se beneficiaba de la prestación, que trabajaba con los mismos productos, cambiando en ellos solo el nombre de la o de las compañías titulares.

Por ello, el tribunal concluyó que se debe fijar como fecha de inicio de la relación laboral el día 1 de junio de 1996, lo que tendrá incidencia en el cálculo de los rubros que dependan de la antigüedad de la trabajadora y que se determinen procedentes en el apartado respectivo.

En virtud de las conclusiones expuestas, teniendo en cuenta la antigüedad probada, en el fallo se resolvió que debe estimarse procedente el rubro indemnizatorio, el que se cuantifica de acuerdo a las pautas del art. 245 LCT., correspondiendo un módulo o mes de sueldo por cada año de servicio que no fue cancelado por la accionada.