Desestiman planteo del padre y confirman adoptabilidad de un menor

Los informes de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia corroboraron que ni el progenitor ni la madre ni las familias allegadas están en condiciones de mantenerlo

La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Familia y Contencioso Administrativo de 2ª Nominación de la ciudad de Río Cuarto rechazó el recurso de apelación interpuesto por el padre biológico de un niño, quien había sido declarado en estado de adoptabilidad y entregado en guarda con fines de adopción. [privado]

Para fallar en tal sentido, el tribunal argumentó que existía falta de compromiso de la madre biológica para con el niño y que no se acreditó la posibilidad de que encuentre la contención que necesita en el hogar paterno, no sólo por la falta de medios económicos sino también por aspectos sociales y culturales que afectan al grupo familiar en cuestión.

El tribunal integrado por los vocales José María Herrán y Daniel Gaspar Mola, al analizar la apelación presentada, consideró que correspondía determinar si la decisión del juez a quo, de declarar la situación de adoptabilidad del menor Y. A. G. se ajusta a derecho.

Para ello, la alzada evaluó los agravios en los que el apelante, C. V. G. fundó el recurso deducido en su contra de la disposición de grado, abordaje “que deberá realizarse a la luz de lo actuado en la causa y teniendo como norte” el interés superior del menor, según lo normado por el artículo 3 de la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.

Análisis

En esa tarea, la Cámara consideró que luego de un detenido análisis de las actuaciones cumplidas por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), y en especial de todos y cada uno de las intervenciones realizadas, no se puede sino compartir plenamente la conclusión a la que arriba el grado en los fundamentos de su sentencia, cuando afirma: “Que ha quedado acreditado en las presentes actuaciones (…) una situación fáctica evidente, manifiesta y continua de abandono y/o desprotección hacia el niño por parte de sus progenitores, el que no queda revertido por la mera voluntad del padre de querer tenerlos luego junto a él/ella…”.

Tanto la abuela paterna como la tía del niño, no obstante le cuestionaron que haya permitido que el menor se fuera con una familia de acogimiento, “manifestaron no poder hacerse cargo del menor”.

En tal sentido, se indicó que no puede dejar de tenerse en cuenta lo expresado en el dictamen elaborado desde la Dirección de Asuntos Legales de la Senaf, con base en el que se solicitó al magistrado de la primera instancia el cese de la medida excepcional, y que tanto Y. como su hermana, F. S., fueran declaradas en situación de adoptabilidad.

La Cámara remarcó que ello queda corroborado luego de repasar las distintas actuaciones cumplidas desde que la Senaf cuando comenzó a involucrarse en el caso desde el año 2016, a partir del primer abordaje, y los distintos informes practicados por las profesionales que tuvieron contacto tanto con los menores, como con sus progenitores y las personas encargadas de su cuidado.

Posibilidades

Por otra parte, los camaristas sostuvieron que “tampoco es cierto como lo sostiene el apelante que no se hayan gestionado posibilidades de mantener a Y. en su familia de origen”, remarcando que al comparecer al tribunal la trabajadora social perteneciente al equipo de la Senaf Laboulaye, dejó constancia de que tanto la abuela paterna como la tía del niño, no obstante le cuestionaron que haya permitido que el menor se fuera con una familia de acogimiento, “manifestaron no poder hacerse cargo del menor”.

La decisión también indicó que tampoco le asiste razón al señor G. en cuanto a que el tribunal no hizo nada para “fortalecer su rol paterno”, pues no sólo que el trámite fue sustanciado ofreciendo a todas las partes la oportunidad de participar en él, escuchando sus opiniones (conf. art. 9 de la Convención de los Derechos del Niño), sino que el apelante, pese a contar con un asesor letrado ad hoc para que lo asista en esta causa, “no formuló petición alguna al tribunal que demuestre su interés en mantener algún contacto con el niño”.

Los camaristas agregaron que tampoco surge del expediente constancia alguna que acredite que “ni su abuela ni su tía paternas hayan comparecido a manifestar su interés por hacerse cargo del cuidado”, quienes según lo indicaba el padre apelante “colaborarían en la tarea de hacerse cargo del pequeño, sino que por el contrario conforme quedó dicho anteriormente, ellas manifestaron no poder hacerse cargo del niño”.

Encuentros

El tribunal añadió que los pretensos guardadores hicieron saber que desde la casa se facilitaban los encuentros con la familia de origen, destacando su letrado “la buena relación de integración con sus hermanos y con los familiares secundarios (abuela paterna) y sobre todo la estabilidad del niño en la familia considerando que ha encontrado su lugar, estando tranquilo, sin actitudes de violencia o falta de adaptación”.

En conclusión, en virtud de todo lo expuesto, en el fallo se resolvió “el rechazo del recurso de apelación interpuesto por el Sr. C, V. G.”, postulando “al acuerdo no sólo del mantenimiento de la resolución recurrida sino también, y fundamentalmente, de la actual situación en que se encuentra el menor Y. A ., caracterizada por un ámbito de contención idóneo para lograr su protección desarrollo y formación integral”.