Hace un año, Anna Netrebko, una de las sopranos más famosas del mundo, demandó a la Ópera Metropolitana de Nueva York (Estados Unidos), que la desvinculó por negarse a pronunciarse categóricamente en contra de la invasión de Rusia a Ucrania y mantener su apoyo a Vladimir Putin, a quien respaldó públicamente.
Netrebko militó para Putin en la campaña por las elecciones presidenciales de 2012. También le dedicó comentarios favorables en varias ocasiones y se reunió con él un par de veces.
En 2014, durante una visita a un teatro lírico en Donetsk, una de las ciudades ucranianas controladas por los prorrusos, fue fotografiada con una bandera separatista.
A mediados de 2022, ya en conflicto con la ópera de Nueva York, lamentó en un comunicado que algunas de sus acciones o dichos del pasado hayan podido ser malinterpretados.
En agosto de 2023, la rusa pidió 360 mil dólares en compensación por el trabajo que perdió cuando la compañía la despidió.
Acusó a la Ópera Metropolitana de discriminarla por su nacionalidad y por emitir “declaraciones difamatorias” sobre ella. También sostuvo que incumplió contratos.
En 2022, la artista presentó una queja por medio del Sindicato Estadounidense de Artistas Musicales.
La Metropolitana argumentó que Netrebko no tenía derecho a cobrar debido a su negativa a cumplir con la demanda de la compañía de denunciar a Putin.
De esa manera, basó su posición en que violó una cláusula de conducta.
En febrero de 2023, el árbitro que intervino en la queja, Howard Edelman, le ordenó a la Ópera Metropolitana abonar más de 200 mil dólares a Netrebko por funciones canceladas debido a un acuerdo contractual conocido como “pagar o jugar”, que requiere que las instituciones retribuyan a los artistas incluso si luego deciden desvincularlos.
“No hay duda de que Netrebko era una partidaria de Putin, ya que tenía derecho a serlo”, dijo Edelman. Sumó que alinearse con el mandatario ruso “ciertamente no era una torpeza moral” o algo digno, en sí mismo, de “una mala conducta procesable”.
No obstante, le impuso a la cantante una multa de casi 30 mil dólares por declaraciones “inapropiadas”; en especial, al contestar comentarios de sus posteos en redes sociales.
La diva -que ganaba alrededor de 15 mil dólares por actuación- argumentó que la ópera aún le debe dinero por sus interpretaciones y una compensación por angustia emocional y daño a su reputación.
La denuncia apuntó al gerente General de la compañía, Peter Gelb, quien criticó a Netrebko en los medios de comunicación, y señaló que incluso después de que ella declarara públicamente que se oponía a la guerra, el directivo le pidió que denunciara específicamente a Putin para seguir en actividad, algo a lo que se negó citando su calidad de ciudadana rusa.
Ahora, la jueza de distrito de Manhattan Analisa Nadine Torres limitó la demanda de Netrebko a “discriminación de género” y desestimó sus reclamos por difamación, incumplimiento de contrato y discriminación por origen nacional.
Sobre el último punto, la magistrada indicó que Netrebko no citó ningún hecho que demuestre que “sus declaraciones de desasociación con la guerra de Putin contra Ucrania” alteraron la “creencia subjetiva del Met” de que ella apoyaba al líder ruso.
También postuló que su despido no implicó “suficientemente su origen nacional” como para permitir una “inferencia de discriminación”.
Género
Torres le permitió a Netrebko proceder con reclamaciones bajo la Ley de Derechos Humanos del Estado de Nueva York y la Ley de Derechos Humanos de la Ciudad de Nueva York por discriminación de género, ya que consideró que sus homólogos masculinos con conexiones a Putin y el gobierno ruso fueron tratados de manera más favorable por el Met.
Citó al bajo-barítono Evgeny Nikitin y a los barítonos Igor Golovatenko y Alexey Markov, quienes continuaron su carrera en el teatro.
Torres valoró que las reclamaciones eran plausibles y denegó la moción del Met para desestimarlas.
El juicio aún no tiene fecha.