El equipo de colaboradores del fiscal José María Campagnolli fue desalojado de las oficinas que ocupaba en la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE), y ahora deberá trabajaren la zona del edificio donde estaba alojado el archivo.
Campagnolli tenía a su cargo la investigación contra el empresario patagónico Lázaro Báez, por presunto lavado de dinero.
A fin de año, el Tribunal de Enjuiciamiento de Fiscales hizo lugar al pedido de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, y suspendió a Campagnoli por mal desempeño.
Junto a sus colaboradores, el fiscal avanzaba en la causa conocida como «La ruta del dinero K». En ese momento, la decisión generó la reacción de colegas y asociaciones de fiscales, que hicieron pública su preocupación.
El titular de la Fiscalía General Adjunta en lo Penal, Contravencional y Faltas, Luis Cevasco, calificó de «disparate y arbitraria» la resolución.
El ex funcionario dijo que la medida sonaba como una “represalia» y la calificó como «un escalón más en esta locura».
«Están mandando a una especie de sótano, de archivo, a un grupo de colaboradores brillantes, que tienen títulos», le dijo Campagnoli a radio Mitre. “Los están enviando a archivar causas», aseguró.
El lugar de Campagnoli fue ocupado por la ex secretaria de Cooperación con los Poderes Judiciales, Cristina Caamaño.