ESCUCHAREn Santa Fe, la diputada provincial Gisel Mahmud, del Frente Progresista, denunció al magistrado Rodolfo Mingarini ante la Procuración General de la jurisdicción, por el fallo que le concedió la excarcelación a un sospechoso por la presunta comisión del delito de abuso sexual con acceso carnal.
Según la legisladora, la medida “reafirma la existencia de una Justicia patriarcal”.
Mingarini, juez de Investigación Penal Preparatoria (IPP), liberó al imputado porque dijo no poder «relacionar ni entrar en la lógica» de cómo se colocó un profiláctico cuando estaba sometiendo a la víctima.
Además, expresó que no hay «suficiente evidencia» para determinar que la relación fue forzada.
El magistrado tomó su decisión durante una audiencia y le impuso al encausado medidas restrictivas mientras continúa el proceso en libertad.
El juez santafesino de la Investigación Penal Preparatoria (IPP) Rodolfo Mingarini liberó al imputado porque dijo no poder «relacionar ni entrar en la lógica» de cómo se colocó un profiláctico cuando estaba sometiendo a la víctima.
El caso se inició en abril, cuando una mujer que reside en el norte de la ciudad de Santa Fe denunció ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) que el encartado, que es albañil y trabajaba en una obra en su barrio, ingresó a su domicilio y la sometió sexualmente.
La fiscal Celeste Minitti sostuvo que el informe psicológico indicó que la presunta víctima estaba orientada en tiempo y espacio, sin alteraciones en la memoria ni sensoperceptivas, y que a lo largo de su relato se registraron “momentos de angustia”.
Ese documento fue acompañado por los peritajes de medicina legal que, entre otros aspectos, constataron que la mujer sufrió lesiones compatibles con un abuso y también golpes en los lugares del cuerpo que citó en su presentación judicial.
Además, en la casa de la mujer se halló material biológico del hombre quien, cuando se enteró de que había sido denunciado, se entregó a las autoridades y no negó lo que denominó «una relación sexual».
Al momento de analizar las pruebas, Mingarini, expresó: «No puedo entender cómo, si va a tener relaciones forzadas, empujándola, sometiéndola, se toma el tiempo para colocarse el profiláctico y luego avanza sobre el cuerpo de la víctima que, según lo que está acá, se negaba».
No obstante, admitió la posibilidad de que no haya habido consentimiento. Al respecto, manifestó: «Es posible, pero no tenemos suficiente evidencia para considerarla probable”.
La presunta víctima dijo durante la audiencia que conocía “de vista” al supuesto agresor pero que no sabía su nombre.
Por su parte, al hacer su descargo, el encartado dijo que tenía una relación con la denunciante.
Sobre los exámenes médicos a los que fue sometida la mujer, estimó que las lesiones genitales que tiene no se condicen con una penetración forzada. «Con esto no quiero decir que la víctima esté mintiendo ni que esté mintiendo el imputado, lo que quiero decir es que la evidencia nos deja con un análisis de posibilidad para concluir, pero no de que probablemente esto haya ocurrido como ha sido relatado”, estimó.
También valoró que el denunciado se presentó voluntaria y espontáneamente y sin ser acompañado por ningún profesional de confianza ni asistido por la defensa pública, luego de haber tomado conocimiento de que estaba siendo buscado por la policía.
