Definen que el derecho de usufructo sobre un bien inmueble se puede subastar

El tribunal analizó la existencia de dos posturas adversas respecto de la cuestión de fondo tratada en la causa, cuya superación fue zanjada con la sanción del nuevo Código Civil y Comercial, que faculta la enajenación por vía judicial

La Cámara 6ª en lo Civil y Comercial de la ciudad de Córdoba confirmó una sentencia de primera instancia que rechazó el planteo de inejecutabilidad del derecho real de usufructo vitalicia que había sido constituido sobre un inmueble a favor de la usufructaria, no admitiendo el recurso de apelación presentado por ésta.

El tribunal integrado por los vocales Alberto Zarza y Walter Simes, al ingresar al análisis de la causa, indicó que de la lectura de la expresión de agravios de la apelante se advierte que la cuestión a decidir gira en torno a determinar si el derecho real de usufructo vitalicio que corresponde a la codemandada, señora D., puede ser objeto de subasta judicial.

Sobre el particular, se señaló que ya con anterioridad a la sanción del Código Civil y Comercial (CCyC) se discutía ampliamente, tanto en doctrina como en jurisprudencia, respecto de la posibilidad de transmitir el derecho de usufructo.

Visiones

En tal sentido, los camaristas indicaron que, por un lado, algunos autores sólo veían posible la cesión del ejercicio del derecho real en sí, pero nunca su transmisión.

Bajo tal entendimiento, el fallo señaló que la traba de cualquier embargo respecto de un derecho real de usufructo sólo podía limitarse a los frutos que la cosa produjese, toda vez que resultaba imposible la ejecución por subasta pública de un derecho real que, en sí, no podía ser transmitido a una persona distinta al usufructuario originario.

En esa dirección, la cámara agregó que los acreedores podían solicitar el embargo del “ejercicio” del derecho de usufructo y que se les pague con él, pero no podían pedir la venta del usufructo.

La decisión continuó relatando que, en la vereda opuesta, se encontraba la tesis que entendía que sí era posible la transmisión del derecho real de usufructo y que, en consonancia con esta postura, podía procederse a la venta forzosa del usufructo.

Así las cosas, la cámara precisó que esta otra doctrina se sostenía que la posibilidad de embargo y ejecución del usufructo se centra en una sola cuestión: su transferibilidad que, no mediando impedimento de orden público, se ha probado que en el derecho positivo argentino es plenamente transmisible como derecho real.

Conforme lo expuesto, la alzada reiteró que, incluso con la normativa anterior, cuya aplicación exigía la usufructuaria recurrente, ya algunos consideraban que el usufructo podía subastarse.

Voluntad expresa

Asimismo, el pronunciamiento sostuvo que esta cuestión ha quedado definitivamente zanjada con la expresa voluntad del legislador, que en el CCyC estableció la ejecutabilidad de este derecho real por parte de los acreedores del usufructuario en el artículo 2144, que establece: “Ejecución por acreedores. Si el acreedor del usufructuario ejecuta el derecho de usufructo, el adquirente del usufructo debe dar garantía suficiente al nudo propietario de la conservación y restitución de los bienes”.

En esa dirección, la cámara apuntó que esta norma sigue el lineamiento del artículo 398 del referido código de fondo, que establece como regla general la transmisibilidad de los derechos patrimoniales, principio que se reafirma en materia de derechos reales en el artículo 1906, que dispone que “todos los derechos reales son transmisibles, excepto disposición legal en contrario”.

Argumento

Finalmente, los camaristas argumentaron que “el legislador, al sancionar nuevas normas, lo hace basándose en la creencia que contempla de manera más justa la realidad social y que mejora el ordenamiento jurídico, con lo que apareja una pretensión de inmediata sustitución del antiguo derecho y puede llevar a aplicar la nueva ley a todas las situaciones jurídicas pendientes, tanto en lo que se vincula con sus efectos o consecuencias, como en lo que respecta juzgar con una nueva vara distintas situaciones que se amparaban legítimamente en la ley que estaba en vigor al momento de su nacimiento” (cfr. Moisset de Espanés Luis, Derecho transitorio en el nuevo Código Civil y Comercial, Primera edición, Córdoba, Advocatus, 2016, p. 21).

En conclusión, en el fallo se resolvió que, cualquiera sea la normativa que se aplique al caso bajo examen, el derecho real de usufructo vitalicio de titularidad de la señora D. puede ser objeto de subasta, máxime si se tiene en cuenta que ella es codeudora del crédito, y en definitiva corresponde rechazar el recurso de apelación interpuesto y confirmar, por los argumentos aquí vertidos, el decisorio de primera instancia.

Autos: "A. de V., R. M. y otro c/ N., E. O. y otros - Ejecución hipotecaria" Expte. Nº 6068801

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