Declaran nula cláusula en contrato de desarrollista

La accionante pagó US$5.000 por cuatro de las 180 cuotas pactadas. El boleto de compraventa la obligaba a abonar un mínimo de 12 para poder recuperar el dinero. Ordenan restituirle más de 80% de lo oblado. [privado] Si bien en el boleto de compraventa del departamento comercializado por Gama SA se estipuló que sólo se devolvería parcialmente el dinero abonado por el comprador -al cual se le rescindió el contrato por falta de pago- si éste hubiere abonado un mínimo de 12 cuotas, la Cámara 4ª Civil y Comercial de Córdoba ratificó que resulta nula dicha convención y que, a pesar de que el adquirente únicamente pagó cuatro cuotas, debe restituírsele más de 80% de lo abonado. El juzgado de origen calificó de abusiva la cláusula en cuestión y ordenó que Gama devuelva el importe de US$5.000 estadounidenses correspondiente a la cuota extraordinaria que percibió, reservándose para sí la cantidad de 671 dólares derivados de las tres cuotas ordinarias canceladas en el contrato, en el que se había acordado el pago de más de 180 mensualidades. La vendedora demandada apeló, empero la mencionada Cámara, integrada por Cristina Estela González de la Vega -autora del voto-, Raúl Fernández y Miguel Ángel Bustos Argañarás, desestimó el recurso intentado y confirmó que la restitución del dinero debe efectuarse de la manera en que lo resolvió el juez de primera instancia. En su fundamentos, el tribunal de alzada estableció que “la reestructuración efectuada en la sede anterior, sobre la base de que la cláusula importa la no devolución de las cuotas ordinarias abonadas, en el caso el número de tres, y la exclusión de la extraordinaria de dólares 5.000, en atención al poco tiempo de vigencia del contrato, escasos siete meses, resulta una justa recomposición”. Pronunciamiento Asimismo, el pronunciamiento expuso: “Sostener que la cláusula no es abusiva importa soslayar que el reintegro, en el mejor de los casos, lo era en una mínima proporción y una vez finalizadas las 12 torres, frente a un consumidor que se sometió a un contrato poco claro y con una cláusula penal que incluye renuncia a reclamo alguno”. Además, el órgano de apelación recordó que “el negocio de consumo se diferencia del contrato tradicional o clásico por la circunstancia de que su legitimación no se satisface en el mero acuerdo de voluntades, exigiendo además la equivalencia de las prestaciones debidas” y “esta objetivación de la noción de contrato obliga también a apreciar con criterios objetivos el carácter ‘abusivo’ de las cláusulas que forman su contenido”. Autos: Moore c/Gama SA

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Declaran nula cláusula en contrato de desarrollista

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