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Villalba (*)
En mi columna de hoy quiero dedicar unas líneas al mundo de la Educación. aclaro al lector que actualmente analizo estas cuestiones en mi tesis del doctorado en Ciencias de la Educación de la Facultad de Educación de la UCC, donde presto especial atención a la potencialidad que blockchain y la inteligencia artificial puedan tener para la producción colectiva de conocimientos.
Considero que la educación enfrenta en la actualidad importantes desafíos que van más allá de la mera optimización de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Estos desafíos deben responder a los cambios producidos por las tecnologías 4.0 que modifican sustancialmente nuestras costumbres y maneras de pensar, aprehender y enseñar.
Los modelos de aprendizaje tradicionales están centrados en la figura del maestro, junto al cual se espera que todos los alumnos aprendan siendo meros receptores de información. Tampoco contemplan la posibilidad de un enfoque personalizado que tome en cuenta las fortalezas, necesidades, habilidades e intereses de cada estudiante, lo que implicaría un aumento de la eficacia y mayor optimización del esfuerzo invertido por cada estudiante.
En los tiempos actuales ha cambiado la forma de interacción entre profesores y alumnos, permitiendo la posibilidad de aprender unos de otros. El desarrollo de una clase ya no puede seguir de la misma forma, en la cual los apuntes del profesor se trasladan a los apuntes del estudiante. Con el agravante que las escuelas de derecho siguen enseñando desde la mención constante de normas, que luego son evaluadas en función de lo bien que el alumno pueda repetirlas.
El modelo tradicional de los espacios físicos de aprendizaje (aulas, auditorios y bibliotecas) requiere reinventarse. En este sentido, el mayor desafío pasa por utilizar el valor emergente de internet y la revolución producida por la web 4.0, específicamente blockchain como modelo alternativo de una educación que ofrece nuevos entornos personales de aprendizaje y se enriquece con procesos de producción colectiva de conocimiento.
Utilizar tecnología blockchain provee una plataforma rica, segura y transparente en la que es posible crear una red global para el aprendizaje superior, y más aún como un instrumento de inclusión. Estas herramientas asoman con una fuerza imparable dirigida a reinventar los modelos pedagógicos con la intencionalidad de transformar la arquitectura de la educación.
La apropiación en lo educativo de blockchain impone un cambio de paradigma permitiendo construir un sistema educativo participativo, inclusivo y simétrico potenciando el aprendizaje colaborativo. En este sentido, la educación descentralizada tiene la potencialidad para promover una educación más democrática donde los docentes y alumnos colaboren colectiva y consensuadamente en la producción de conocimientos, permitiendo recuperar cada uno de los contextos de cada sujeto cognoscente.
La construcción de entornos colaborativos como causa- fin de los centros educativos, constituye el punto de partida para la incorporación de blockchain que permite revolucionar la enseñanza en favor de una mayor democratización promoviendo la construcción de formas sociales más justas.
Es necesario configurar un nuevo territorio donde los actores del sistema educativo puedan desplegar de la manera más eficiente todas sus múltiples potencialidades de manera simétrica, situados como generadores de conocimientos, combinando la educación descentralizada con las finanzas descentralizadas (DeFi) a través de las bondades de la tokenización.
Esto acaba alterando las categorías conocidas. Blockchain hace posible crear un entorno digital en el marco de una red global para el aprendizaje en el nivel superior constituyendo una potente herramienta de inclusión digital que haga posible recapturar nuestras identidades y proveerlas con nuestros registros de aprendizaje detallados y al momento creando una experiencia educativa sin precedentes, para estudiantes de cualquier parte del mundo, ensamblando los mejores contenidos en línea, y permitiendo a los estudiantes organizar sus itinerarios con el apoyo de una red de instructores y facilitadores educativos nacionales o internacionales.
De esta manera hacemos posible la construcción de una meta-universidad, la cual representa el movimiento de acceso abierto a una estructura descentralizada, trascendente, accesible, potente, dinámica, y comunitaria capaz de fortalecer la educación superior.
Un esfuerzo global de esta magnitud, aceleraría la propagación de una educación de alta calidad que facilite a profesores y estudiantes potenciar la habilidad para acceder y compartir materiales docentes, publicaciones académicas y trabajos científicos, entre otros; como así también participar en tiempo real en experimentos científicos.
Asimismo, los estudiantes podrían co-crear conocimientos con una ligera supervisión (uno de los métodos más efectivos de aprendizaje) y conseguir créditos por su obrar, dejando de lado el mero rol de receptor de conocimientos para convertirse en generador del mismo, fomentando un entorno educativo más simétrico y democrático.
