Considerarse despedida fue una decisión apresurada

El tribunal concluyó que la determinación de autocesantearse de la demandante no se condijo con la realidad. En el caso sólo se probó una incorrecta registración por parte de la patronal, lo cual era subsanable. [privado] Luego de rechazar los reclamos del actor por horas extras, diferencia de haberes y salarios, la Sala 10ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba rechazó la legalidad del despido dispuesto por un ex capataz de la demandada Asociación Mutual de Socorros Mutuos Unión y Benevolencia, ya que la única falta verificada fue una incorrecta registración laboral de la patronal, calificando de apresurado y desproporcionado el quiebre de la relación laboral. En el pleito, el tribunal integrado por Daniel Braín analizó el quiebre de la relación laboral dispuesta por Jorge Eduardo Aguilera, señalando que “el accionante se coloca en situación de despido indirecto, denunciando dicho contrato de trabajo por diversos incumplimientos contractuales atribuibles a su ex empleadora tales como, desconocimiento de tareas, horario, pago de remuneraciones inferiores a su categoría, existencia de rubros impagos y desconocimiento de la real fecha de ingreso”. Bajo esa premisa fáctica, el vocal indicó que de los recibos de haberes reconocidos “se verifica que se le abonaron al actor las vacaciones correspondientes al año 2012, el sueldo anual complementario del año 2012 y el sueldo anual complementario primer semestre año 2013, por lo que el reclamo de pago de estos rubros que hacía en su misiva de intimación del día 26 de agosto de 2013 era absolutamente infundado, por cuanto esos conceptos habían sido abonados, como señaló la accionada”. A su vez, precisó el magistrado que “se ha verificado que el accionante prestaba servicios en una jornada que no se extendía más allá de las 18 horas”, sosteniendo que no existía “prueba alguna que acredite la existencia de horas extraordinarias”. Luego, con relación a las supuestas diferencias de haberes, consideró el tribunal que, “al haberse registrado la relación laboral ante AFIP y haberse probado el pago de los haberes de acuerdo a la categoría de capataz, incluso con el pago de algunas horas extras que figuran en los recibos de haberes, se verifica que efectivamente la accionada abonó los mismos en base a dicha categoría”. Finalmente, el fallo consideró que “frente a los tres testigos aportados por el actor, que dicen haberlo visto trabajar desde el mes de junio de 1991 y el hecho documentado reconocido por el médico que realizó el examen de ingreso del accionante, se generan dudas sobre la real fecha de ingreso”, no obstante ello, entendió que “siendo ese el único hecho que podría considerarse violatorio de la legislación laboral, no es menos cierto que la institución demandada no es una empresa en la cual su titular permanece ostentando la condición de empleador durante toda la vida laboral de un trabajador, sino que es una institución o asociación en la cual participan diversas comisiones directivas en el curso del tiempo y la respuesta dada por el presidente en la carta documento de fecha 30 de agosto de 2013, por la cual se le informaba que de acuerdo a los registros laborales, la fecha era del 1 de noviembre de 2011, no constituyó una injuria grave que impidiera la continuidad del vínculo laboral, máxime cuando así se había mantenido durante veintidós años, no existiendo en la especie reclamo alguno del actor durante todo ese periodo de tiempo”. El juez sostuvo que “ello no implica que deba darse una dispensa a los empleadores para que registren los contratos de trabajo de sus trabajadores cuando lo deseen y en violación a la legislación laboral, sino que, en esta situación particular, dadas las características en que se desarrolló el vínculo laboral y atendiendo a las modalidades y circunstancias personales, que me autoriza el art. 242 de la LCT, segundo párrafo, entiendo que el despido indirecto en que se colocó el actor resultó desproporcionado, precipitado e injustificado”. En el fallo se resolvió que “deberá procederse al rechazo de la demanda, en cuanto el accionante pretendía que la demandada le abonase las indemnizaciones por antigüedad sustitutiva de preaviso; integración del mes de despido y las agravadas que sean consecuencia de ellas”. Autos: “AGUILERA, JORGE EDUARDO C/ ASOCIACIÓN MUTUAL DE SOCORROS MUTUOS UNIÓN Y BENEVOLENCIA - ORDINARIO DESPIDO” EXPTE. 248050/37 [/privado]

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