Consideraron que un maletero tuvo vínculo laboral con empresas de transporte

La sentenciante argumentó, entre otras cosas, que el actor se desempeñó en el ámbito y la estructura de las demandadas, siguiendo las instrucciones de los choferes y de las boleterías. También resaltó que gestionaba los tickets del equipaje

La Cámara del Trabajo de Bariloche consideró que los servicios para dos empresas de transporte de pasajeros que prestó durante años un “maletero” configuraron una relación de trabajo.

Así, admitió la demanda de G.A. en contra de Autotransportes Andesmar SA y Transportes Andesmar Chile Ltda. y las condenó a pagarle en forma solidaria cerca de 350 mil pesos en concepto de indemnizaciones derivadas del despido incausado.

“En relación a la propina como salario, es evidente se encuentra incluida dentro de la definición amplia de la LCT, dado que es una prestación en dinero que integra el concepto de remuneración; en consecuencia, el empleador está obligado a aceptar la pertinente registración y denunciar su monto a los efectos de practicar los correspondientes aportes”.

(Del fallo de la Cámara del Trabajo de Bariloche).

La sentenciante argumentó que G.A. se desempeñó dentro del ámbito y de la estructura empresarial de las demandadas, siguiendo las instrucciones de los choferes y de las boleterías y encargándose de la gestión y del control de los tickets del equipaje.

Además, resaltó que gracias a su trabajo las firmas cumplieron las obligaciones (nacionales y municipales) de cubrir el servicio de carga y descarga de los bienes de los pasajeros.

En tanto, agregó que se probaron el horario, los días de labor invocados en la acción y la contraprestación económica que recibía el demandante mediante las propinas.

Salario

“En relación a la propina como salario, es evidente se encuentra incluida dentro de la definición amplia de la LCT, dado que es una prestación en dinero que integra el concepto de remuneración; en consecuencia, el empleador está obligado a aceptar la pertinente registración y denunciar su monto a los efectos de practicar los correspondientes aportes”, destacó la cámara.

En otro tramo de su decisorio, estableció que existió una prestación de servicios simultánea para ambas empresas y que, como grupo económico, son responsables solidarias porque la contratación del actor fue en fraude a la ley.

A su turno, G.A. había alegado que comenzó a trabajar a mediados de 1994 para Autotransportes Andesmar SA y que luego se sumó a Transportes Andesmar Chile Ltda., hasta que ejerció el despido indirecto, el 1 de octubre de 2019.

Detalló que por los horarios de los buses que debía atender llegaba a la terminal a las 9,30 y que se iba a las 17.30, cuando partía la última unidad, razón por la cual estaba a disposición de las empresas ocho horas diarias, lo que podía variar conforme las necesidades de ellas.

Arguyó también que su trabajo era esencial dado que la carga de las valijas es indispensable y citó las disposiciones que obligan a compañías como las accionadas a llevar equipaje. Asimismo, citó jurisprudencia de la cámara en casos similares, en los cuales abordó trabajos realizados de forma -según planteó- “precaria y marginal”.

En cuanto a su remuneración (propina), informó un promedio de 20 mil pesos mensuales, en función de la carga de un promedio de 10 unidades por día con por lo menos 20 pasajeros cada una.