ESCUCHAREl acusado encabezaba la Congregación Cristiana Pueblo de Dios, en Santa Fe. Le impusieron 25 años de prisión por distintos delitos sexuales en perjuicio de siete menores de edad
Por haber sido hallado culpable de distintos delitos sexuales en perjuicio de siete menores de edad, un hombre que lideraba en Santa Fe la Congregación Cristiana Pueblo de Dios fue condenado a la pena de 25 años de prisión.
La fiscal Alejandra del Río Ayala -de la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual, del Ministerio Público de la Acusación- había solicitado la pena de 40 años.
Los jueces Pablo Busaniche, Sergio Carraro y Pablo Ruiz Staiger responsabilizaron al encausado, de 70 años, por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple reiterado, en todos los agravados por ser ministro de culto.
Además, lo sancionaron por la comisión del delito de promoción de la corrupción de menores agravada (en dos casos por amenazas, en otro por abuso de autoridad y en el tercero por violencia).
El acusado fue detenido el 27 de octubre de 2019, cuando se disponía a votar en las elecciones nacionales en la localidad misionera de Puerto Iguazú, donde tenía domicilio.
Durante el debate, que se inició el lunes de la semana pasada en los tribunales santafesinos, la fiscal indicó que los delitos fueron cometidos en un automóvil y en la “casa de oración” de la congregación, en la capital provincial, entre 2015 y 2017.
Las víctimas pertenecían a la comunidad religiosa y eran menores de edad al momento de ser agredidas, cuando se quedaban a dormir en la sede de la congregación y cuando el encausado las trasladaba en su vehículo particular.
La fiscalía precisó que en algunos casos el imputado utilizó violencia para neutralizar a las niñas; en otros lo hizo abusando de su autoridad religiosa o amenazándolas con excluirlas del culto.
El caso se inició por la denuncia del padre de dos de las víctimas, en abril de 2018.
Cabe resaltar que la Congregación Cristiana Pueblo de Dios es reconocida por el Registro Nacional de Cultos y en la provincia de Santa Fe. Además de la sede donde ocurrieron los abusos, posee un predio en la localidad de Ángel Gallardo, donde residen más de 200 adherentes.
