Condenan a empresa funeraria a pagar daño moral a deudos por un servicio defectuoso

Al quedar acreditada la incorrecta prestación de servicios de la empresa de servicios fúnebres, el Juzgado Civil y Comercial de 40ª Nominación de Córdoba hizo lugar a la demanda por daño moral entablada por los accionantes por haber sido cambiadas las condiciones que habían contratado.

Los actores manifestaron que, luego del fallecimiento de su madre, contrataron con JCM Servicios SRL el sepelio y eligieron el ataúd. Agregaron que, luego de abonar el servicio, se dieron con la sorpresa de que el cajón que proveyó la empresa era completamente diferente y estaba en muy mal estado de conservación.

Los demandantes expusieron que durante el entierro estuvieron con el ataúd sobre el suelo alrededor de una hora, porque los dependientes de la empresa no tenían los elementos necesarios para sellar y cerrar el cajón y añadieron que finalmente éstos “llevaron silicona y un martillo” (sic) para poder concretar esa tarea.

Prueba

El juez Alberto Julio Mayda, luego de analizar la prueba rendida, sostuvo : “ No existen dudas de que los actores cumplieron con su obligación principal probatoria, en torno a fallas por parte de la demandada en la provisión del ataúd y también en la prestación del servicio conforme el contrato oportunamente pactado y las condiciones acordadas ”.

Para el magistrado, la atribución de responsabilidad a JCM Servicios SRL procede, “ en cuanto resulta acreditado que los servicios estaban contratados y que medió un cumplimiento defectuoso de la prestación comprometida, imputable a la demandada ”.

En cuanto al daño moral, el magistrado consideró que la contratación de un servicio fúnebre “ no es la compra de un servicio más, sino que es necesario confiar en una empresa responsable y eficiente, siendo la demandada, quien hace de este tipo de prestaciones su profesión habitual, la que tiene un mayor deber de obrar con prudencia y diligencia, por lo que mayor debe ser su obligación por las consecuencias de sus hechos ”.

De lo expuesto, el fallo coligió: “ Las irregularidades y la defectuosa prestación del servicio prometido por la demandada razonablemente afectaron su espíritu y dignidad, de forma anímicamente perjudicial, en el marco de esta particular relación de consumo ”.

Razonable

Al respecto, el sentenciante indicó que “ resulta razonable que lo sucedido haya causado a los accionantes una sensación de tristeza, frustración, impotencia y desesperación, habiendo colocado a la familia en una situación de angustias y padecimientos que se evidencia y ha sido acreditada ”.

El tribunal destacó que lo comentado se agrava “al sentirse forzados a transitar diversos caminos para lograr una válida solución a sus planteos, previamente en la instancia de mediación prejudicial y, ante la imposibilidad de arribar a un acuerdo, la consecuente necesidad de acudir a la alternativa del reclamo judicial, todo lo cual atenta contra la tranquilidad y dignidad del consumidor que la normativa consumeril, con anclaje constitucional, claramente quiere proteger”.

Determinado el perjuicio, el juez analizó la pretensión de la parte actora y la cuantificó, aduciendo que, como una satisfacción sustitutiva, “ podría tomarse un paquete turístico a la ciudad de Buzios ” pero indicó que -atendiendo a este nuevo mecanismo de cuantificación y también a lo resuelto en casos similares- “ se considera justo y equitativo acoger la pretensión por la suma pretendida de $628 mil para cada accionante, por aparecer ajustada a derecho conforme las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden procurarse con dicha suma a valores actuales ”.

Intereses

En cuando a los intereses, el juez aclaró: “ Si bien en oportunidad de alegar los accionantes peticionaron que éstos sean computados desde la fecha del evento lesivo y respecto de un viaje a Buzios, y no a Salta como habían pretendido en la demanda, lo solicitado deviene inaplicable en función de que la suma pretendida y por la cual se acoge el presente rubro se trata de un valor actualizado y no de un valor histórico, pues obviamente al alegar debían estar haciendo referencia al valor a tal fecha del pretendido viaje a Buzios ”.

Por lo expuesto, en el fallo se resolvió que los intereses deben computarse desde la fecha del alegato oral producido en oportunidad de celebrarse la audiencia complementaria (9 de septiembre de 2023) hasta su efectivo pago.