Condena laboral solidaria en favor de un parrillero

El presidente y el administrador de la sociedad comercial demandada fueron responsabilizados a indemnizar al trabajador demandante. Se demostró que parte del salario se pagaba de manera informal [privado]

Al validar la denuncia del actor por falta de correcta registración en cuanto a su jornada laboral, remuneración y categoría laboral como “parrillero” de “Las Chilcas”, la Sala 8ª de la Cámara del Trabajo local condenó a Córdoba Gastronómica SA a pagar los rubros peticionados por el actor, haciendo solidariamente responsable a su presidente y al administrador de la sociedad.

El accionante Lucas Moyano Romero manifestó que ingresó a trabajar en la referida razón social el 09/01/2009 como “parrillero”, laborando de lunes a sábados de 16 a 01.30 y domingos de 12 a 16 y que el 29/05/2015 recibió un telegrama de despido sin justa causa, razón por la cual emplazó el pago de las indemnizaciones de ley y demás rubros adeudados, solicitando condena solidaria contra Juan Cruz Castro Carbone y Juan de Dios Castro.

La sala integrada por el vocal Jorge Alberto Vega , al valorar la totalidad de la prueba sostuvo, que la fecha del ingreso de Moyano Romero fue el 1 de febrero de 2010, considerando en especial el testimonio del Mauro Carignano, ello en virtud de haber sido más preciso en la invocación temporal pero -en especial- porque era –al tiempo del ingreso del actor- el “parrillero oficial”.

El juez sostuvo que era admisible la pretensión del actor de extender la responsabilidad solidaria en la persona de los citados, en las respectivas condiciones invocadas, toda vez que el actuar de ambos en las conductas descriptas, utilizando la razón social (uno, como socio y presidente, y el otro, como administrador no socio) encuadra en las previsiones de los artículos 54, 59 y 274 de la Ley de Sociedades.

El juez señaló que la denuncia formulada por el actor en cuanto a que la patronal registraba media jornada y consignaba media remuneración, pagando el resto “en negro”, tiene total asidero en la realidad y se verifica el incumplimiento patronal apuntado.

Categoría

Por ello, el fallo concluyó que la categoría desempeñada por el actor fue la de parrillero y no la de ayudante de cocina, sin perjuicio de que pudo inicialmente cumplir esta última y que, quizás, en la dinámica de la actividad también pudo haber alternado en tareas propias de esa categoría inferior.

En cuanto a la responsabilidad de los anteriormente citados, el magistrado interpretó que estaban claros los roles desempeñados, dando la razón al demandante.

En consecuencia, el vocal sostuvo que era admisible la pretensión del actor de extender la responsabilidad solidaria en la persona de los citados, en las respectivas condiciones invocadas, toda vez que el actuar de ambos en las conductas descriptas, utilizando la razón social (uno, como socio y presidente, y el otro, como administrador no socio) encuadra en las previsiones de los artículos 54, 59 y 274 de la Ley de Sociedades.

Fraude

Sobre la procedencia de los rubros reclamados el juez Vega refirió que la denuncia del trabajador, recién en su alegato, sobre un supuesto “fraude laboral” de su ex empleadora, haciéndole firmar documentación en blanco que habría utilizado luego para acreditar el pago de la liquidación final y las indemnizaciones del despido, sin haberle abonado tales conceptos, era improcedente por extemporánea y su eventual admisión importaría una flagrante violación al derecho de defensa y al debido proceso.

En definitiva, de acuerdo con los parámetros determinados en la sentencia, se admitió la indemnización por antigüedad: conforme el resultado del pleito, indemnización sustitutiva de preaviso, haberes adeudados y diferencias salariales por 22 meses.