La Sala 7 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó el sobreseimiento de la cabo de la Policía Federal Argentina (PFA) Yanina Marotte.
En su momento, la uniformada fue imputada por el homicidio agravado de Juan Román Maciel Vallejos, uno de los dos jóvenes que le arrebataron su celular en marzo de 2024, en el barrio porteño de Villa Lugano.
El juez Juan Esteban Cicciaro y sus colegas, los subrogantes Rodolfo Pociello Argerich y Ricardo Pinto confirmaron la decisión de la magistrada Karina Zucconi, quien sobreseyó a la encausada planteando que actuó en legítima defensa, tal como planteó el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°44, Pablo Recchini, al dictaminar en el caso.
El hecho ocurrió a las 6.40 de la madrugada del 6 de marzo del año pasado, cuando Marotte revisaba su celular tras efectuar una compra en un kiosco y fue abordada por Maciel Vallejos y otro individuo que aún no fue identificado, quienes le exhibieron dos armas.
De acuerdo con la investigación, el hombre no identificado le apuntó y le dio culatazos en la cabeza. Junto a Maciel Vallejos -quien portaba una réplica de un arma de fuego- la arrojaron al piso y forcejearon para sustraerle su teléfono.
Tras la agresión, y mientras los ladrones se daban a la fuga, la mujer se reincorporó y dio la voz de alto, pero los agresores se mostraron hostiles, por lo que efectuó dos disparos con su arma reglamentaria. Uno de los proyectiles impactó en el pectoral derecho de Maciel Vallejos y le provocó lesiones que le ocasionaron la muerte.
La secuencia de los hechos quedó registrada en cámaras de seguridad. Las imágenes fueron analizadas por especialistas del Laboratorio de Multimedia Forense de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) de la Procuración General de la Nación.
En octubre pasado, a instancias del fiscal Recchini, la titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 15 sobreseyó a la cabo. Sin embargo, la querella que representa a los familiares de Maciel Vallejos recurrió la decisión, sin éxito.
Los camaristas Cicciaro, Pociello Argerich y Pinto respaldaron el fallo de la jueza a quo y ratificaron que Marotte actuó en defensa propia.
En ese marco, consideraron que no pudo emplear un medio “menos ofensivo e igualmente eficaz” en las condiciones en las que concretamente se halló.
“No existió provocación alguna por parte de la imputada”, sumaron, y reseñaron que al forcejear con alguien que le apuntaba y golpeaba con un objeto con el aspecto de un arma de fuego, sin luz diurna, “difícilmente habría podido distinguir el efectivo poder vulnerante del instrumento”.
Bajo esa premisa, concluyeron que intentó proteger su vida y repeler la situación de peligro por la que transitaba, lo cual permitía constatar la necesidad y racionalidad del medio que empleó.