Concesionaria vial responde por no socorrer a un conductor accidentado en la ruta

El demandante víctima del hecho impactó contra una cubierta de gran porte, abandonada en la calzada. Pese a numerosos llamados a la empresa responsable del trayecto, no recibió respuesta alguna y debió recurrir a un servicio privado para trasladar su vehículo

Después de corroborar la responsabilidad de Corredor Panamericano II SA en el accidente de tránsito en el que el demandante impactó contra un neumático de gran porte arrojado a la autopista Rosario-Córdoba, el Juzgado de 40ª Nominación en lo Civil y Comercial admitió e l daño punitivo por $600.000 porque esa empresa incumplió el deber de seguridad e infringió el trato digno al consumidor, al no responder a los llamados realizados al servicio de emergencia gratuito dispuesto para este tipo de sucesos ni brindar ningún tipo de auxilio, lo cual obligó al demandante a recurrir a un servicio privado.

El conductor afectado relató que su vehículo impactó contra un objeto grande que se encontraba tendido sobre la calzada -el neumático ya referido-.

El accionante expuso que por la colisión su vehículo quedó sin ninguna posibilidad de seguir circulando, por lo que llamó al número #140 en solicitud de auxilio. Narró que al cabo de media hora de espera, pasó por el lugar un patrullero de la Policía Caminera, cuyos ocupantes, luego de verificar que no había sufrido daños personales, le insistieron en que llamara nuevamente al número mencionado y se retiraron del lugar.

Luego de dos nuevos intentos frustrados para ser asistido, le informaron que había demoras en el servicio porque tenían un solo vehículo para cubrir todo el tramo. Así, al no recibir respuesta del concesionario vial, llamó a la grúa de su compañía de seguros, que lo socorrió. Añadió que al pasar por el peaje dejó asentada una queja.

Frente a ello, el juez Julio Alberto Mayda tuvo por acreditados los hechos descriptos y la mecánica del accidente, descartando exceso de velocidad y la configuración de un caso fortuito, dado que no existió imprevisibilidad.

Por otra parte, en relación con la responsabilidad de la demandada como concesionaria vial de la ruta, el magistrado sostuvo que resulta inocultable que no fue diligente respecto de su deber de seguridad, puesto que se acreditó la existencia de un elemento extraño en la calzada -en este caso un neumático de gran tamaño- que no sólo no fue removido oportunamente sino que ni siquiera había tomado conocimiento de su existencia antes que se produjera algún accidente.

Confianza

El tribunal destacó la idea de la confianza con que los automovilistas ingresan en una autopista privatizada, a cargo de un concesionario, que genera legítimas y objetivas expectativas de que ninguna situación imprevista se puede presentar en la circulación.

Por lo tanto, el fallo concluyó que no solamente no demostró la parte accionada alguna eximente que la liberara de responsabilidad objetiva sino que, por el contrario, quedó probada la responsabilidad objetiva de la demandada en su calidad de concesionario vial.

Así, luego de analizar los rubros indemnizatorios reclamados, hizo lugar al daño material, privación de uso y daño moral por un monto de $254.166, más los intereses, e hizo extensiva la sentencia a la citada en garantía Nación Seguros.

En cuanto al daño punitivo, el juez dio por probadas las llamadas del demandante a la línea, de las que no obtuvo respuesta para su problema y valoró que ese socorro fue brindado por el servicio privado que el demandante llamó y no por la concesionaria vial.

También se dio por acreditado que durante el tiempo transcurrido desde el accidente hasta que el actor llegó remolcado hasta el peaje de James Craik -más de dos horas y media-, no se presentó ningún rodado de la demandada afectado al servicio de emergencia ni se cruzaron con algún móvil que estuviera afectado a las tareas de auxilio o de patrullajes preventivos en la zona.

El magistrado también dio por probado una desatención a los reclamos del consumidor, sin responder satisfactoriamente a la nota de queja que presentó el usuario en el peaje, lo que para el tribunal significó un destrato a él, además de no compadecerse con el trato digno que debería imperar en las relaciones entre proveedor y usuario, lo que constituye una desatención al reclamo presentado por éste, puesto que sólo le informaron que llevarían a cabo actuaciones internas para corregir la cuestión, sin ni siquiera pretender esbozar alguna reparación de los perjuicios sufridos por el actor.

Lla mados

Asimismo, Mayda subrayó que el hecho de no haber concurrido el móvil de auxilio a los llamados del actor también representa un incumplimiento grave relativo al deber de seguridad vial que se encuentra en cabeza de la demandada por el contrato de concesión, ya que no sólo tenía el deber de auxiliar al actor sino también la obligación de mantener libre la circulación en la ruta, por lo que debería haberse acercado para remover el obstáculo (neumático) a fin de que otros rodados no impactaran con él y evitar así otros posibles accidentes; remover el rodado del actor a un costado de la ruta en la zona de banquina y señalizarlo, a fin de asegurar también ese vehículo y las personas que se transportaban en él.

Finalmente, para la procedencia del daño punitivo, el juez resaltó la solvencia de la empresa demandada por ser un agente que tiene una capacidad económica inicial y un flujo de ingreso dinerario importante.