ESCUCHARLa iniciativa prevé otorgar mayor transparencia a los gastos reservados, reducir de 25 a 15 años el plazo para la desclasificación de información reservada y prohibir que los agentes funcionen como auxiliares de la justicia.
El Senado nacional debatirá hoy el proyecto -que llega al recinto con más modificaciones- de creación de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que obtendrá media sanción gracias a la mayoría con que el oficialismo cuenta en esa cámara.
Con excepción del bloque del Peronismo Federal que conduce el puntano Adolfo Rodríguez Saá, la oposición anunció que no participará del debate y que en su lugar realizará una audiencia pública con la presencia de expertos, juristas y miembros de la comunidad judía para expresar su repudio a la iniciativa oficial.
La semana pasada, después de la reunión de comisión en la que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que preside el periodista Horacio Verbitsky, hizo algunas críticas a la iniciativa, el Gobierno anunció que introduciría modificaciones y, ayer, el secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, informó más cambios.
Entre las modificaciones, se anunció la prohibición de que los agentes funcionen como auxiliares de la justicia, otorgar mayor transparencia a los gastos reservados de la nueva AFI y reducir de 25 a 15 años el plazo para la desclasificación de información reservada.
En una rueda de prensa ofrecida junto a los senadores Miguel Pichetto, Marcelo Fuentes y Pedro Guastavino, en el Senado, Parrilli precisó también que un cuarto cambio será el tema de las categorías de la información, que pasará de tener cinco categorías a sólo tres: público, reservado y secreto, para los nuevos agentes de la AFI.
Parrilli destacó que las modificaciones fueron propuestas por “orden expresa” de la presidenta Cristina Fernández, destacó su “coraje, valentía y decisión en avanzar en un tema tan sensible y espinoso”, y declaró que “una vez más vuelve a recaer sobre las espaldas de este proyecto político hacer las transformaciones importantes que la Argentina necesita”.
Transparencia
Respecto a los fondos, Parrilli destacó que se fijó como principio que todas las partidas asignadas a los organismos de inteligencia en principio son públicas y solamente serán reservadas aquellas que necesiten ser reservadas porque tengan relación con el cumplimiento de acciones específicas de inteligencia. “En esto revertimos criterio vigente hasta hoy”, aclaró.
Sobre la clasificación de la seguridad de documentos y personas, se han reducido a una “clasificación de tres que es público, reservado y secreto, en lo que tiene que ver con aquello que afecte gravemente a la seguridad parcialmente y aquello que pueda hacerse público”.
Y dijo: “Se incorpora un gran avance y un reconocimiento de nuevos derechos porque se establece que toda persona física o jurídica con interés legítimo pueda solicitar a las autoridades pertinentes la desclasificación de la información”, algo que -aseguró- “no existe ni en Estados Unidos” ya que “ni (Barack) Obama pudo hacer”.
El rol de los espías
También se establece “la prohibición absoluta de que (los agentes de inteligencia) efectúen toda actividad relacionada con represión y utilización como fuerzas policiales” y “sólo se aplicará la inteligencia criminal cuando sea pedido expreso de un juez en una causa determinada y los funcionarios deberán someterse a los códigos procesales tanto a nivel nacional como provincial”.
Parrilli calificó este punto como “un avance cuantitativo muy trascendente” para “lograr una ley nacional de inteligencia acorde al momento actual con este proceso”.
Al precisar que los agentes de inteligencia ya no podrán ser auxiliares de la justicia, añadió que quedará “muy claro que inteligencia militar responde al Ministerio de Defensa, Inteligencia criminal al Ministerio de Seguridad y la inteligencia del Estado en manos de la AFI”.
Las nuevas modificaciones serán tratadas en la sesión convocada para las 14 en el recinto del Senado y luego pasarán a la Cámara de Diputados para su aprobación definitiva.
