Compensan a una gerente de banco despedida por no poder aceptar un traslado

La directiva se excusó de ir a un nuevo destino, invocando la imposibilidad de hacerlo por la enfermedad que padece su hijo. No obstante ello, fue cesanteada y el tribunal le dio la razón La Cámara del Trabajo de Villa María admitió la indemnización por daño moral reclamada por una gerente bancaria, ya que el demandado Banco Hipotecario no respetó la normativa que protegen a la mujer y el interés superior del niño, al no darle a la actora una alternativa que respete sus condiciones de trabajo antes de despedirla cuando no aceptó un traslado de destino laboral. [privado] El tribunal tuvo en especial consideración que la negativa de la mujer estuvo motivada en la patología neurológica que padece su hijo, la cual le dificulta adaptarse a un nuevo lugar. La demandante invocó un móvil discriminatorio en el despido indirecto dispuesto por el banco, pues al ser notificada verbalmente de la intensión de trasladarla a la sucursal de la ciudad de San Francisco, para ejercer la gerencia, ella transmite que lo iba a evaluar la propuesta. La accionante añadió que luego comunicó su negativa, ya que su hijo, a quien tenía a cargo, transitaba un cuadro neurológico con dificultad de adaptación al medio, y los especialistas aseguraron que el traslado implicaría un retroceso en el tratamiento. La directiva señaló que tras ello el banco nombró a otro gerente en su lugar y ella fue dejada sin tareas ni órdenes, hasta que por intermedio de una escribana fue notificada del despido. Como consecuencia de ello, la mujer sostuvo que la actitud del banco al despedirla, previo conocimientos del estado de salud su hijo y de su estrés, le suscitó daño moral. La Sala integrada por el vocal Osvaldo Samuel, al evaluar la prueba rendida, sostuvo que la testimonial relevada es contundente en cuanto a que del banco se conocía sobre los problemas de salud del hijo de la demandante, de la misma forma en el intercambio de correos electrónicos peritados remitidos por Mohadeb Walter Daniel, gerente del banco demandado, “por el que se aprecia que la situación particular del hijo de la actora era de conocimiento entre los compañeros jerárquicos de la pretensora”. El fallo consideró que “la interpretación que pueda hacerse de una primera eventual aceptación del traslado por la accionante, se justifica si a posteriori se haya retractado contemplando su situación familiar y el interés superior del niño”, derivando que “la madre actuó como lo hizo, preservando que su hijo con problemas de salud, y ante el cuadro clínico, conservara su domicilio libre de injerencias arbitrarias”. En ese sentido, el juez Samuel precisó que “ese interés fue desconocido por la entidad empleadora, cual, frente al conocimiento de la particular situación del hijo de la demandante, debió arbitrar medias de manera que la accionante conservara su trabajo y el domicilio”, agregando que “si bien no se invoca causa en el despido, la propia accionada reconoce que no podía echar atrás semejante operatoria y por tal motivo se intentó buscarle a la accionante un puesto dentro de la sucursal de Villa María, mientras que la otra alternativa fue ofrecerle una salida del banco con el pago de la correspondiente indemnización, más un porcentaje de la misma en señal de la buena predisposición de la entidad bancaria, pero, por supuesto, y como lo afirma la propia demandada”, nada de ello la convenció. Motivos Asimismo, el tribunal analizó que los motivos de las mujer se justifican normativamente, ya que “toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos (…) como el derecho a que se respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja a su familia” (art. 4 inc. e) de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer”. En tal sentido, el fallo agregó que “la ley de Protección Integral a las Mujeres 26485 en su art. 6, inc. c), refiere a la violencia laboral contra las mujeres como aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo, asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral”. Hechos Por lo expuesto, el magistrado concluyó que “el análisis pormenorizado de los hechos relevados y la normativa legal subsumible autoriza a formar convicción en dirección a la existencia de un móvil discriminatorio en el despido, ya que la empleadora no contempló la situación particular de la trabajadora y la de su hijo, y cuya actitud resulta contraria a los preceptos que protegen a la mujer y al interés superior del niño, tipificándose la discriminación, y sin que la parte empleadora haya demostrado, al menos razonablemente y dentro de sus recursos, otra razón de tipo objetivo que autorizara a justificar el despido, ya que por el contrario la conducta de la entidad bancaria se limitó, como se afirma en la demanda y lo confirma el testigo Salvagno, a asignarle otras tareas que no se correspondían a su puesto de trabajo, y finalmente disponer el despido alegando en autos que no hubo otra alternativa”. En consecuencia, “encontrándose configurado el móvil discriminatorio en el despido”, el sentenciante entendió que procedía admitir el daño moral a favor de la parte demandante y para cuantificar el mismo sin abandonar parámetros objetivos, el vocal optó por “la suma que el Estado considera que los ciudadanos debemos tributar por impuesto a los bienes personales durante el período fiscal 2019 ($2 millones) y a partir de allí, cuantificar en 10% de dicho impuesto, lo que da la suma de $200 mil el daño moral sufrido por la actora, en atención a las circunstancias concretas relevadas en los presentes obrados, lo que me permiten afirmar que es un monto razonable”. Autos: "VISCONTI, FABIANA ALEJANDRA C/BANCO HIPOTECARIO SA" – ORDINARIO – DESPIDO (Expte. Nº 2403062), [/privado]

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