El juez federal Sebastián Casanello dio por terminada la investigación por la presunta existencia de una bóvedad en la casa del empresario Lázaro Báez, en Río Gallegos.
La causa se originó tras una denuncia de la diputada Elisa Carrió, quien se presentó ante la Justicia a partir de un informe de un programa televisivo que sostuvo que el dueño de Austral Construcciones tenía en el sótano de su casa una bóveda con dinero proveniente de la obra pública, documentos y armas.
Las pericias que realizó Gendarmería Nacional no tuvieron resultados concluyentes y el fiscal Guillermo Marijuán estimó que no había elementos que indicaran que el inmueble hubiera sido refaccionado, tal como alegó Carrió.
Marijuán había plasmado sus sospechas a partir del testimonio del carpintero Sergio Triviño. Se trata del hombre que le había dado a la producción del programa aludido las fotos con las que ilustró el informe, pero que luego ante la Justicia dijo que no tomó las imágenes y que no participó de ningún cambio llevado a cabo en el subsuelo del hogar de
Baéz, como había asegurado Carrió. Luego el fiscal valoró que las demás pruebas no resultaron demostrativas de que hubiera existido una bóveda o caja fuerte que le hubiera permitido a Báez guardar dinero, valores o documentación.
Así, con el la declaración de Triviño, las pericias y la recomendación del fiscal, Casanello resolvió cerrar la causa.