El juez de instrucción Alejandro Cilleruello desvinculó a Gastón Matera del homicidio de Gonzalo Acro, en agosto de 2007, al sostener que quien aparecía como “entregador” en realidad “resulta ser víctima y no imputado de los hechos”. A Matera se lo acusaba de “no haber objetado ni impedido” el crimen de Acro sino que, inclusive, se creyó que había sido Matera quien había proporcionado “detalles de los movimientos que realizaría en compañía de la víctima, conduciéndola incluso hasta el lugar donde se materializaría el crimen”.
Para ello, se habría valido “de la confianza que Acro tenía hacia su persona con motivo de la relación de amistad de larga data que los unía”, sin embargo el juez indicó que “deviene cuanto menos difícil de sostener la eventual participación activa”.