ESCUCHARDos fechas, 7 de mayo y 14 de mayo de 2015, dos jornadas que quedarán en la memoria del futbolero argentino, debido al repetido y escaso intervalo del enfrentamiento de los clubes más populares del País, Boca Juniors y River Plate, en el marco de los octavos de final de la Copa Libertadores de América 2015.
Cuando en el pasado mes de abril se conoció la llave de octavos de final que enfrenta al mejor primero y al peor segundo de la clasificación de los grupos, un gran agujero negro pareció absorber la atención de todos los medios de comunicación y acelerar los corazones de millones de simpatizantes y ajenos a la galaxia fútbol.
El superclásico Boca Juniors-River Plate es considerado uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, llegando a ser calificado por la revista inglesa FourFourTwo como el clásico más grande del planeta. No cabe duda de que estas dos potencias, rivales desde su nacimiento, receptan el foco de atención de las grandes marcas mundiales, tales como BBVA Banco Francés, Coca Cola y las siempre lideres en el mercado, Adidas y Nike, las cuales vienen diciendo “presente” a la hora de invertir como sponsors.
Pero esta disputa futbolística, en la que sólo puede ganar uno -el otro quedará eliminado- no resulta lo suficientemente fuerte para afectar la lógica business win-win, ganemos todos.
Para ello, Rodolfo D’Onofrio, presidente de River Plate, y Daniel Angelici, titular de Boca Juniors, desde fines del año pasado, han entablado una relación profesional con el objetivo de acercar a los clubes en pos de lograr acuerdo comerciales y de gestionar el Registro de la marca “El Clásico Mundial”.
El reconocimiento publico que poseen los dos grandes rivales en el mundo coadyuvará a conseguir que la marca que ambos pretenden registrar sea una perfecta herramienta de comunicación que, de una forma coherente, llegue al público consumidor, preferentemente deportivo. Dicha marca, por su exposición en cada “superclásico”, sumada a los factores que acompañan a los clubes -tales como las estrategias de marketing- se irá enriqueciendo hasta permitir la explotación económica buscada por ambas entidades deportivas. No debemos perder de vista que Boca Juniors y River Plate son los dos grandes gigantes del futbol argentino, con más de 100 años de rica historia en sus espaldas, aglutinando, alrededor de 3.000.000 millones de simpatizantes, con filiales en diferentes partes del mundo. Estos factores, sin dudas, son la principal apuesta de las comisiones directivas, a la hora de decidir emprender un proyecto en forma conjunta, que permita beneficios económicos a corto y largo plazo.
El mundo deportivo ha sido uno de los terrenos de batalla predilectos para las grandes marcas, las cuales se han disputado el mejor espacio en las camisetas de los grades Clubes, de los cuales Boca y River, no son la excepción. Desde 2012, la gran victoriosa ha sido BBVA Banco Francés, que ha celebrado acuerdos comerciales con ambas entidades, logrando aparecer en el centro de sus camisetas. Sin embargo, no es la primera vez que Boca y River comparten sponsors; hasta 2001, la Cervecería Quilmes actuaba como uno de los principales patrocinantes de ambos.
Ahora bien, este primer acercamiento, por medio del sponsor en común, hoy ha llegado a su punto más alto con la celebración de acuerdos comerciales entre ambos clubes. Una vez que las gestiones y tratativas de registro de la marca “El Clásico Mundial” lleguen a su fin, ambas entidades podrán extraer sus frutos con la explotación adecuada de aquélla, la cual, sin dudas, tendrá la proyección mundial deseada.
En estos dos enfrentamientos que los octavos de final de la Copa Libertadores de América nos presenta, podremos ver un sinnúmero de marcas compitiendo por un espacio publicitario, que enfoque la atención de los consumidores del futbol; pero, si todo sale como lo esperan las comisiones directivas, en un futuro próximo, el lugar destacado lo tendrá “El Clásico Mundial”, marca que ganará la batalla de marcas.
* Agente de la Propiedad Industrial, ** Abogado
