Una hora antes de que lo hizo la ex presidenta Cristina Fernández, el empresario Lázaro Báez ingresó al juzgado de Sebastián Casanello, en los Tribunales Federales de Comodoro Py, para prestar declaración indagatoria en la causa en la que se encuentra procesado y bajo prisión preventiva por presunto lavado de dinero.
Báez cuestionó ante Casanello la prueba que indica que sus hijos tienen cuentas en Suiza con US$25 millones, que fueron traídos a Argentina a través de paraísos fiscales, pidió la nulidad de su indagatoria y no descartó que las citaciones a él y a su familia contengan “un mensaje disciplinante”.
Mediante un escrito -aportado por sus abogados, Daniel Rubinovich y Rafael Sal Lari-, el titular de Austral Construcciones sostuvo que la indagatoria se basó en información aportada por la Unidad de Información Financiera (UIF) que el propio organismo reconoció fue obtenida de manera irregular.
“La Unidad de Información Financiera en cierta forma está admitiendo no haber seguido los carriles institucionales correspondientes”, recordó Báez al pedir la nulidad del llamado a indagatoria.
“No puedo descartar que los llamados a prestar declaración indagatoria para toda mi familia, lejos de fundarse en el derecho de defensa, contenga un mensaje disciplinante hacia mi persona”, acusó el empresario santacruceño.