El empleado se dio por despedido y será indemnizado por daño moral. El tribunal estimó que estaba facultado para realizar múltiples labores que no requieren saber leer
La Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo destacó que un trabajador que no sabe leer ni escribir se encuentra facultado para realizar múltiples tareas que no requieren de esos conocimientos. Por lo tanto, rechazó que se invocara esa circunstancia para negarle labores livianas luego del alta médica. Máxime si la empleadora no detalló cómo estaba organizada la empresa y en qué sectores era requisito estar alfabetizado.
El tribunal confirmó la legitimidad del despido indirecto decidido por el demandante y condenó a la accionada a indemizarlo por daño moral.
En su reclamo, el empleado señaló que comenzó a trabajar en la firma dedicada al procesamiento de pescado en 1998, detallando que en junio de 2002 sufrió un accidente laboral -se golpeó una mano-, por lo que tuvo que ser operado, con el diagnóstico de túnel carpiano.
En tanto, precisó que en 2003 se lastimó nuevamente y que después de una serie de tratamientos debió ser intervenido quirúrgicamente por segunda vez, en junio de 2005, por el agravamiento de su patología.
En ese contexto, denunció que fue abandonado por su empleadora y por la aseguradora de riesgos del trabajo (ART); que a principios de 2010 se le notificó el comienzo de la conservación del puesto de trabajo y que cuando informó que tenía el alta médica pero con la salvedad de que debería realizar tareas livianas, la compañía no le asignó labores, por lo cual se sintió discriminado y se colocó en situación de despido.