Armas: la Corte de EEUU prepara un fallo que dará pautas para encauzar el debate en el país

Se pronunciará sobre la interpretación de la Segunda Enmienda de la Constitución en un caso específico, en Nueva York. Mientras esto se espera, los tiroteos siguen a la orden del día. El último fue en Texas, que ablandó leyes el año pasado. La Asociación Nacional del Rifle, que afronta una grave crisis financiera y pierde adeptos, es parte en la causa

A fines de abril de 2021, la Corte Suprema de Estados Unidos admitió un recurso al que se adhirió la la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en Inglés), que busca que se permita la portación de armas ocultas en espacios públicos, con fines de defensa propia.

El planteo se enmarca en un caso específico, en Nueva York , pero el decisorio del tribunal, que sería inminente, contribuirá a establecer las pautas para encauzar el complejo debate sobre el tema en el país, donde los tiroteos están a la orden del día.

Cabe destacar que Estados Unidos tiene 330 millones de habitantes y que hay más de 400 millones de armas en manos de ciudadanos.

La discusión se centra en la Segunda Enmienda de la Constitución del país, que data del siglo XVIII y permite la tenencia de armas.

En 2008, la Corte de EEUU estableció que la Segunda Enmienda protege el derecho de las personas a tener y portar armas en sus viviendas para defenderse.

La Corte ya advirtió de que sólo se pronunciará sobre una ley del estado de Nueva York que les prohíbe a los residentes portar armas en público a menos que puedan proporcionar una razón justificada para hacerlo.

El expediente “New York State Rifle & Pistol Association Inc versus Corlett” i nvolucra la organización de derechos de armas de esa jurisdicción y a dos hombres, Robert Nash y Brendan Koch, quienes pidieron licencias para portar pistolas a la vista de todos con el fin de protegerse, según aducen.

Ante la negativa que recibieron, se unieron a la demanda ya iniciada por la Asociación de Rifles y Pistolas del Estado de Nueva York Inc., a la que, a su vez, se sumó la NRA.

Ante ese escenario, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, emitió un comunicado en el que sostuvo que la legislación de control de armas estatal nunca privó a nadie “con derechos legales de comprar, poseer o usar un arma” y lo convirtió en “el más seguro del país”.

Además, el mandatario estimó que la causa apoyada por NRA implica “una amenaza masiva” a esa seguridad.

“Causa justa”

Según la legislación estatal, que data de 1913, la persona que quiera portar un arma de fuego en público debe demostrar una necesidad especial o “causa justa”; por ejemplo, ser propietaria de un negocio en el que se manejan grandes sumas de dinero.

Si bien los accionantes le reclaman a la Corte que determine si la Segunda Enmienda le permite al gobierno prohibirles a “los ciudadanos comunes que respetan la ley portar armas de fuego fuera del hogar para su legítima defensa”, el tribunal aclaró que se limitará a establecer “si la denegación por parte del Estado de las solicitudes de licencias de porte oculto para defensa propia violó la Segunda Enmienda”.

Aunque no responderá a la pregunta de los actores, que es amplia, el sentido de la sentencia podría abrir la posibilidad de cambios en la forma como se interpretan las leyes de armas en Estados Unidos.

La procuradora General del Estado de Nueva York, Letitia James, le pidió a la Corte que rechace el caso alegando que la denominada “ley de porte oculto” ya fue confirmada.

En mayo de 2021, Biden lanzó un paquete de medidas que, entre otros objetivos, busca endurecer el control de la venta de kits para la fabricación de armas caseras, sin número de serie, conocidas como ghost guns (armas fantasmas).

En ese sentido, James recordó que Nueva York implementó políticas más estrictas que otros Estados como respuesta a la suba de homicidios y suicidios a principios del siglo XX.

Joe Biden

Cabe recordar que, ante la ola de tiroteos, hace poco más de un año el presidente Joe Biden lanzó un paquete de medidas federales para hacer más difícil la posesión de armas de fuego.

Texas, una de las jurisdicciones que, junto a otra veintena de Estados, se resiste al intento del demócrata de poner en marcha acciones de desarme civil, y en donde se produjo la última masacre -en la Escuela Primaria Robb, en Uvalde-, respondió expandiendo los derechos de posesión de armas.

El gobernador republicano Greb Abbott afirmó que Texas se mantendría como un “bastión de la libertad” en el tema y firmó varias leyes que suavizaron requisitos.

Una autoriza el “porte constitucional”: permite que personas de 21 años o más lleven armas cortas sin necesidad de contar con licencia. Entró en vigor en septiembre pasado.

Otra legalizó que los huéspedes de hoteles guarden armas en sus habitaciones.

Desarme civil

Uno de los principales obstáculos para el desarme civil en Estados Unidos es la oposición de quienes consideran que vulnera la Segunda Enmienda de la Constitución, redactada en 1791, después de la guerra de independencia.

Ahora, tras la matanza perpetrada por Salvador Ramos, la pregunta es cómo un joven de 18 años pudo comprar dos rifles sin problemas.

En Texas se permite portar armas de fuego desde 1995. La normativa federal señala que la edad mínima para adquirir armas largas, como una escopeta o un rifle, es de 18 años, mientras que para las cortas es de 21.

Los menores de 21 años que adquieran un arma deben tener licencia y someterse a una revisión de antecedentes.

Se desconoce aún si Ramos cumplía con esos requisitos cuando, a poco de cumplir los 18 años, compró dos AR-15, uno de los cuales usó para matar a 19 niños y a dos maestras antes de ser abatido.

Después del tiroteo, Biden dijo que estaba harto de la violencia y llamó a enfrentar al lobby de las armas. Sin embargo, el Congreso no tiene en agenda abrir la discusión.

Especificidades

El último fallo de la Corte estadounidense sobre el tema data de 2008, cuando indicó que el derecho establecido por la Segunda Enmienda rige en cada hogar y que cada Estado puede regular.

Cabe recordar que durante su mandato, Donald Trump designó a tres de los nueve integrantes de la máxima instancia judicial y fuente de jurisprudencia del país.

Actualmente, seis de los nueve miembros son conservadores y permeables a simpatizar con leyes blandas sobre armas.

Citado por CNN, Jacob Charles, director ejecutivo del Centro de Derecho de Armas de Fuego de la Facultad de Derecho de la Universidad de Duke, precisó: "Como cuestión formal, la sentencia de la Corte sobre la ley de armas de Nueva York no pone en cuestión las leyes de armas que restringen los tipos de armas o los lugares sensibles en los que los individuos pueden llevarlas”. Pero aclaró: “Un fallo más amplio que cambie la forma en que los tribunales evalúan las leyes de armas podría poner en tela de juicio una serie más amplia de regulaciones, como las prohibiciones de armas de asalto y otras restricciones, como las prohibiciones de cargadores de alta capacidad”.

Declive

La otrora poderosa NRA está en declive como consecuencia de acusaciones de gastos exorbitantes de sus ejecutivos, y acusaciones de fraude y finanzas en crisis.

El grupo de presión tiene cinco millones de socios y es la espada del lobby de las armas en Washington

En agosto de 2020, la fiscal neoyorquina James demandó a la NRA y pidió que ésta fuera disuelta “por años de irregularidades” y “fraudes y abusos”, como subir la cuota y no aportar a los fondos de retiro de sus empleados para cubrir los desfalcos de sus dirigentes.

James consideró que opera como una empresa privada y no como una organización sin ánimo de lucro.

Por su parte, los letrados de la NRA buscaron que la justicia de Nueva York no tuviera injerencia. En enero de 2021, el grupo se declaró en quiebra con el fin de restablecerse nuevamente en Texas, pero en mayo el juez federal Harlin Hale rechazó la petición de la accionante de acogerse al capítulo 11 del “Código de Bancarrota”. Tomó en cuenta que “siempre se ha presentado ante sus miembros y ante la ley como una institución en condiciones financieras potentes”.

En esa línea, razonó que la NRA no pidió su quiebra “de buena fe” porque “la ley no contempla la posibilidad para la que pretende usarla”.

Las complicaciones por las que atraviesa la Asociación del Rifle no debilitan la impronta de otros grupos proarmas incluso más agresivos, como Gun Owners of America (Propietarios de Armas de Estados Unidos), que tiene 100 mil miembros.