El ex presidente Alberto Fernández permanecía este mediodía en los tribunales de Retiro donde terminó de prestar declaración indagatoria en la Causa Seguros.
Fernández aceptó responder preguntas de su abogada defensora, Mariana Barbitta y presentó un escrito, mientras que se negó a contestar preguntas del fiscal Carlos Rívolo y del juez federal Julián Ercolini, informaron fuentes judiciales.
El ex mandatario llegó a Comodoro Py por la mañana minutos después de que ingresarán a la Secretaría del Juzgado Federal 11 donde se cumplió el trámite, el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Carlos Rívolo.
El ex mandatario entró a la sede judicial en medio de un estricto operativo de seguridad que incluyó policías federales distribuidos a lo largo del cuarto piso.
El ex presidente ingresó a la indagatoria y saludó formalmente a todos los que se encontraban en el despacho. Al comienzo de la declaración, con un manifiesto enojo, sostuvo que insistirán con la recusación del juez.
“Yo sabía que usted no iba a ser imparcial, por eso lo recusé”, dijo notoriamente ofuscado Alberto Fernández al comienzo de la indagatoria.
Minutos después, el juez Ercolini le consultó si quería que se le lea la imputación y las pruebas incorporadas al expediente judicial, ante lo cual replicó: “Para qué me van a leer esa barrabasada”. Inmediatamente, el magistrado le expresó que era obligación del juzgado ponerlo en conocimiento de los delitos atribuidos, “salvo que usted ya la haya leído, sino procederemos a la lectura”.
Fue en ese momento en el que el ex presidente señaló que no era necesario pero minutos después, reiteró que el cuadro probatorio que sostiene la imputación por presuntos hechos de corrupción, “es una barrabasada”.