La pandemia y el suministro de medicamentos peligrosos agravaron la crisis de adiciones en Estados Unidos, que registró más de 100.000 muertes por sobredosis en un año, un número inédito.
Los decesos por abusos de substancias vienen subiendo desde el inicio del nuevo milenio y se incrementaron casi 30 % durante los dos últimos años por, entre otras cosas, la venta y uso del peligroso opioide fentanilo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del país (CDC) calcularon que 100.300 estadounidenses murieron por sobredosis entre mayo de 2020 y abril de 2021, aunque aun debe procesar datos.
Salvo en Delaware, Nuevo Hampshire, Nueva Jersey y Dakota del Sur, el número estimado de decesos aumentó en todos los estados.