Aunque superó la pandemia, el empleo en la construcción está lejos del boom de 2018

En Córdoba, la cantidad actual de trabajadores “en blanco” es superior a la de febrero del año pasado, cuando aún no se habían aplicado las restricciones por covid-19. Sin embargo, la recuperación dista del nivel de hace tres años, que se traducía en más de 36 mil puestos en el sector

El nivel de empleo en la industria de la construcción en la provincia de Córdoba demuestra, de manera sostenida, que los efectos de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus ya quedaron atrás.

Sin embargo, el envión se ve aún muy lejos de lo que fueron los tiempos de gloria durante los meses de 2017 y 2018, antes de que se devaluara el peso argentino y se originara otra de las crisis económicas del país.

De acuerdo con el relevamiento del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) -realizado con base en la información provista por la Obra Social del Personal de la Construcción y el Seguro de Vida Obligatorio-, en septiembre pasado figuraban registrados 26.062 trabajadores, lo que muestra un crecimiento de dos por ciento con relación a agosto pasado, y un incremento de 26,6%, si la comparación se realiza contra septiembre de 2020, mes en el que la actividad aún sufría algunas de las restricciones impuestas para morigerar la propagación de la covid-19.

Si bien esa cantidad de empleados se muestra muy por encima de los 17.298 y 16.560 que figuraban “en blanco” en abril y mayo del año pasado respectivamente (meses en los que se tocó el piso de la actividad), y a su vez luce superior a los 21.972 que se contabilizaban en febrero, previo a la imposición del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), aún se encuentra lejos de las que fueron las registraciones récord de los primeros meses de 2018, cuando la actividad atravesaba uno de sus mejores momentos.

$63.262 La remuneración media percibida por los trabajadores registrados de la industria de la construcción ascendió a $63.262 en septiembre, marcando un incremento de 61,3% interanual, la segunda variación más alta del último lustro, luego del 63,6% registrado en el primer trimestre de 2020.

Siguiendo con las cifras del Ieric para la provincia de Córdoba, luego de superar los 36 mil empleos en blanco en abril y mayo de aquel año (2018), en el noveno mes y con la crisis ya desatada, se contabilizaban 32.733 trabajadores, esto es 20,3% más que el nivel de empleo de septiembre pasado.

De igual forma, es justo reconocer que, a partir del trabajo registrado en los primeros nueves meses del año, el nivel de empleo en el sector de la construcción cordobesa mostró una recuperación de 24,1% con relación a igual período del año anterior.

En todo el país

El crecimiento del nivel de ocupación sectorial se evidenció en todo el país durante septiembre pasado, cuando alcanzó.806 puestos de trabajo registrados.

Ello representa un incremento de 1,8% en relación con agosto, y de 26% en la comparación con igual mes de 2020.

“Aun marcando una leve desaceleración en relación a los meses precedentes, con la performance de septiembre el sector completa cuatro meses de crecimiento en torno al 2% mensual, en los que se crearon 30.000 nuevos puestos de trabajo registrados, elemento que ilustra el buen momento que atraviesa la coyuntura sectorial”, destacó el informe del Ieric.

Asimismo, refirió que la “reducción del ritmo de expansión interanual” resulta un fenómeno “esperable a lo largo de los próximos meses, a medida que el período de comparación resulte progresivamente más alejado de los meses de mayor impacto de la crisis desatada por la pandemia”.

El buen desempeño del empleo se verificó de manera generalizada a lo largo de todo el territorio nacional. Así, durante septiembre pasado, sólo tres distritos mostraron un volumen de ocupación inferior al del mes precedente: Corrientes, Jujuy y Misiones.

Las grandes jurisdicciones se destacaron por su contribución a la creación de puestos de trabajo registrados durante septiembre.

Según el Ieric, ello se explica principalmente por el peso de estos distritos en la estructura del empleo sectorial toda vez que su ritmo de expansión resultó más moderado que el observado en el resto del país.

Así, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires explicó 16,3% de la creación bruta de puestos de trabajo durante el mes bajo análisis, seguido en términos de relevancia por el aporte de 15,5% de la provincia de Santa Fe y de 12,5% de los municipios que conforman el Gran Buenos Aires.

En tanto, el crecimiento más dinámico se verificó en la Región Patagónica, impulsado principalmente por Tierra del Fuego, “hecho esperable debido a la salida de la época invernal donde el nivel de actividad en los distritos del sur decrece por motivos estacionales”.

En efecto, Tierra del Fuego resultó la jurisdicción con mayor tasa de crecimiento con relación a agosto pasado en el ámbito nacional, con 8,6%.

Por su parte, La Rioja y Catamarca también tuvieron un comportamiento destacado con incrementos de 7,3% y 7,2% mensuales, respectivamente.

La actividad

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que monitorea el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec), mostró en septiembre pasado una variación negativa de 2,2% respecto al mes anterior, la segunda comparación intermensual contractiva que se observa luego de algunos meses de recuperación.

Con relación a igual mes de 2020, en tanto, se reflejó una suba de 12,4%, dejando entrever una desaceleración en el ritmo de mejora del sector.

Natalia Motyl, economista de la Fundación Libertad y Progreso, explicó que la construcción comenzó a estancarse ya en marzo pasado. “Todavía muchos proyectos iniciados a principios del año se encuentran paralizados y se espera que comiencen a reactivarse. Juegan factores internos como la inestabilidad económica y la dificultad de acceder a insumos del exterior”, indicó.

Con vistas a lo que viene, Motyl, opinó que, si se mantienen las restricciones cambiarias para controlar el dólar, la actividad se enfriará en los próximos meses.

Pese a ello, el acumulado de los nueve meses de 2021 presenta una suba de 42,6% respecto a igual período del año pasado.

Perspectivas para fin de año

Pese a ello, los resultados obtenidos por el Indec en la encuesta cualitativa de la construcción realizada a grandes empresas del sector, muestran expectativas favorables con respecto al nivel de actividad esperado para lo que resta del año, tanto se dediquen a realizar principalmente obras privadas como públicas.

El relevamiento del Indec (que evalúa las respuestas de septiembre pasado) muestra que 60,4% de las empresas que realizan principalmente obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará hasta fines de diciembre, mientras que 29,3% estima que aumentará y 10,3%, que disminuirá.

Las empresas que estiman una suba del nivel de actividad la atribuyen fundamentalmente a nuevos planes de obras públicas (29,4%), al crecimiento de la actividad económica (23,5%) y al reinicio de obras públicas (23,5%), entre otros factores.

Entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, 52,1% opinó que el nivel de la actividad no cambiará, mientras que 41,1% cree que aumentará y 6,8%, que disminuirá.

Con relación a la variación estimada hacia finales de diciembre de la cantidad de personal ocupado, permanente y contratado, entre las empresas que se dedican principalmente a obras privadas, 65,5% prevé que no habrá cambios, 22,4% estima un aumento y 12,1%, una reducción.

En el caso de los empresarios que se dedican a obras públicas, 63% cree que no variará, 34,3% estima que aumentará y el 2,7% restante opina que se reducirá.

A la hora de identificar las políticas que incentivarían al sector, las empresas que realizan principalmente obras privadas señalan en primer lugar las políticas destinadas a los créditos de la construcción, 25%; a la estabilidad de los precios, 23,6%; a las cargas fiscales, 20,1%; y al mercado laboral, 14,4%; entre otras.

Los empresarios de la construcción que realizan principalmente obras públicas se inclinan por políticas destinadas a la estabilidad de los precios, 26,8%; a las cargas fiscales, 25,2%; a los créditos de la construcción, 22,7%; y al mercado laboral, 11,9%; entre otras.

Reconocimiento oficial

El Ministerio de Economía de la Nación reconoció días atrás que "el sector de la construcción por cada peso invertido genera casi el doble de empleos que el promedio de los demás sectores". Asimismo, señaló que "esto es inclusivo porque involucra a personas con diversas especializaciones como albañilería y arquitectura".

De esta manera, y haciendo referencia a las cifras sobre el nivel de actividad, el Palacio de Hacienda indicó que "la construcción es sinónimo de recuperación ya que en septiembre superó 19,4% los niveles de actividad en la prepandemia".

Finalmente, la cartera subrayó que "la construcción emplea a más de 360.000 personas en todo el país y demanda al menos el 5% del empleo registrado en cada provincia, además de movilizar sectores estratégicos como la energía, la industria y servicios".

Emprendedores en Argentina: el autoempleo de microempresas es la forma predominante

FALTA DE APOYO. La mayoría de los emprendedores aseguró que no recibió asistencia de instituciones públicas o privadas.

Según un estudio de la consultora Analogías, los emprendimientos muestran en su gran mayoría escaso potencial de crecimiento, lo que acentúa una idea de “salida laboral” más que la de un “desarrollo a largo plazo” con fuertes expectativas de crecimiento

En Argentina, alrededor de nueve de cada 10 (91%) emprendimientos son iniciativas de autoempleo o apenas cuentan con estructuras de entre uno y tres empleados. El dato surge de un estudio realizado en el ámbito nacional por la consultora Analogías, en noviembre, cuyo objetivo fue trazar una caracterización de la actividad emprendedora en el país.

El relevamiento fue realizado a partir de una base de datos nacional de empresas y emprendedores. El objetivo de los investigadores fue construir un perfil sociodemográfico de los emprendedores, su motivación para iniciar un proyecto propio, así como conocer las dificultades y las expectativas que tienen y acceder a la conceptualización que hacen de sus emprendimientos.

Entre las conclusiones más importantes del estudio se destacan:

Quienes emprenden, en su gran mayoría, tienen estudios superiores y son mayores de 30 años, lo cual muestra un perfil de hombres y mujeres con alto grado de formación y cierta experiencia en el mundo del trabajo.

Las empresas nuevas y jóvenes son, en su gran mayoría, pequeñas y con poco potencial de crecimiento: se inscriben usualmente como monotributistas, sin empleados, con muy bajo nivel de facturación y, en más de 55%, son proyectos individuales.

A pesar de que la principal motivación es la identificación de una oportunidad, se constituyen como microempresas más vinculadas al autoempleo que a una unidad productiva con perspectivas planificadas de ampliación del capital.

Características de los emprendimientos argentinos

91% de los emprendimientos en Argentina está compuesto por iniciativas de autoempleo. Cuentan con estructuras de entre uno y tres empleados. Son microempresas más vinculadas al autoempleo que a una unidad productiva. 60% considera que las ventas están por debajo de sus expectativas. En cuanto a los entrevistados, 62% es hombre y 38%, mujer.

A escala sectorial, proyectos de base tecnológica y la industria, son aquellos más sólidos con mayor empleo y facturación.

La gran mayoría de los entrevistados tiene una valoración positiva de sus propios emprendimientos y de las expectativas para adelante (inversión, generación de empleo).

En tanto, 65% de los emprendimientos no cuenta con empleados.

Emprendimiento por necesidad

El estudio parte de ubicar a la actividad emprendedora “en un lugar de relevancia como potencial dinamizador de la economía, especialmente a través del componente innovador que tienen muchas de estas nuevas unidades productivas”.

Sin embargo, el informe inscribe los datos relevados en un contexto de paulatina pero sostenida “des-asalarización del trabajo” y un incremento neto y proporcional de las modalidades registrales de la actividad autónoma (monotributo).

Otro de los condicionantes en materia de empleo está vinculado a la coyuntura y se relaciona con “la destrucción neta de puestos de trabajo y el retiro de empresas empleadoras producto de la consecutividad de la crisis de balanza de pagos y deuda entre 2018 y 2019, luego superpuesta por una crisis mundial producto de la pandemia del covid-19”, asegura el informe.

De acuerdo con otras de las conclusiones del relevamiento, es “indudable que una parte significativa de quienes inician un proyecto generan autoempleo de subsistencia y engrosan un tejido de microempresas con bajísima productividad”.

“Se trata en general de emprendimientos que surgen por necesidad, a partir de la falta de un empleo y más que por una motivación por iniciar un proyecto propio”, agrega el reporte.

En ese marco, las actividades de autoempleo o la microempresa de subsistencia “ofrecen una salida individual a los propios involucrados en el corto y mediano plazo” y su contribución a la solución del empleo individual “debe ser realzada y puesta en vigor en las políticas públicas de manera extendida, pero no implican experiencias de reproducción ampliada del capital”.

Empleo, facturación y ventas

Del universo de emprendedores consultados, surge que 64,7% no tiene empleados y 26% cuenta entre uno y tres empleados. Sólo 1,3% cuenta con entre cuatro y seis trabajadores y 5,1%, entre siete y 10. El tres por ciento restante tiene niveles de ocupación mayores que 10 empleados.

En cuanto al nivel de facturación anual, el mayor porcentaje (53%) se encuentra en los niveles más bajos y no supera $550.000 anuales. El siguiente nivel -entre $551.000 y un millón de pesos- está explicado por 14% de los emprendimientos. El restante 32% se distribuye entre los rangos superiores.

Con relación a las ventas en lo que va del año, 60% respondió que hasta el momento están por debajo de sus expectativas, 29% manifestó que son tal cual esperaba y 11%, que superaron sus expectativas.

A pesar de que para la mayoría las ventas no han alcanzado el nivel esperado, más de 80% evalúa positivamente la situación actual del emprendimiento y más de 60% declara que es positiva la situación del sector al cual pertenece.

Etapas de desarrollo y perfil de los emprendedores

Para identificar particularidades de los emprendimientos según estadío de desarrollo, el informe efectúa una división de cuatro etapas, dos bien incipientes (solo una idea, idea en desarrollo) y dos más avanzadas (producto mínimo viable, y ya vendiendo).

Casi 70% de los encuestados se encuentra en las etapas más avanzadas. Son emprendimientos que en su gran mayoría inician con un capital inicial bajo, que proviene fundamentalmente de ahorros propios y/o del equipo fundador . En un segundo lugar, en 13,6% de los casos el capital inicial proviene del entorno más cercano de familia y amigos.

El grado de formalización de las empresas nuevas y jóvenes es muy bajo, mientras que 20% aún no se ha formalizado, el 50% son monotributistas y 10% autónomos. El nuevo entramado de empresas nace pequeño y con poco potencial de crecimiento.

En cuanto al perfil de los entrevistados, 62% está compuesto por hombres y 38%, por mujeres. Cincuenta y cuatro por ciento de los hombres y más de 47% de las mujeres se encuentran en el rango de edad de 31 a 45 años, en línea con los estudios nacionales sobre el entramado emprendedor, en los que la edad promedio de quienes inician un emprendimiento es 35 años.

Luego se ubica el rango de edad entre 46 a 59 años, con 26% de los hombres y 34% de las mujeres y finalmente, aparecen los más jóvenes (18 a 30 años), con menos de 14% de los entrevistados.

Estos datos confirman que la actividad emprendedora está motorizada principalmente por personas que ya han tenido un recorrido profesional y de trabajo, y que cuentan con alguna trayectoria en el mundo laboral.

Sumado a esto es al alto nivel de formación, casi el total de los encuestados (90%) tanto de hombres como mujeres manifestó tener estudios superiores (completos/incompletos).

Caracterización sectorial de los emprendimientos

La distribución de los emprendimientos por sector indica que los tres principales agrupamientos son los servicios, el comercio y la producción industrial, con 24%, 14,4% y 13,5% de los casos, respectivamente. En cuarto lugar, figura el sector turismo, con ocho por ciento de proyectos.

El sector desarrollo de software y TIC (tecnologías de información y comunicación) presentan nueve por ciento de los entrevistados. Son dos sectores con un importante desarrollo local y de alta demanda de empleo.

Casi 57% de los proyectos y empresas son individuales, 51% entre los liderados por hombres, pero en el caso de las mujeres este valor asciende a 66%. En aquellos emprendimientos con mayor grado de formalización están conformados por equipos.

Posibilidades para emprender en Argentina

Respecto de la evaluación sobre las posibilidades de emprender en Argentina las respuestas están divididas, entre quienes claramente consideran que es difícil 58% y 42% no percibe una dificultad particular.

En ese marco, 70% de los encuestados dice no haber recibido apoyo de organizaciones vinculadas al desarrollo emprendedor. Con relación a los programas de apoyo a emprendedores del Gobierno nacional, 81% dice no haber accedido a ningún programa, aun cuando más de 46% se interiorizó bastante sobre las iniciativas de fomento del estado nacional.

Llama la atención que más de 80% no se haya beneficiado de ninguna iniciativa nacional si se tiene en cuenta el importante paquete de medidas dispuestas para enfrentar la crisis resultado de la pandemia, que incluyó líneas de financiamiento para empresas, autónomos, monotributistas, pago de salarios complementarios, regularización de deuda, entre otros.

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