Con un operativo de seguridad desbordado, cerca de las 17 fuentes ligadas a la presidencia confirmaron que el velatorio de Diego Armando Maradona finalizó y ya se planea su traslado hasta el cementerio privado Jardín de Bella Vista, donde será enterrado.
Fue la propia familia de Maradona la que decidió suspender el velatorio, que iba a durar hasta las siete de la tarde.
Tras la decisión de frenar la ceremonia, el cuerpo de Maradona será trasladado en auto hasta el cementerio de Bella Vista, donde están enterrados sus padres.
Los incidentes comenzaron a las 14, cuando la Policía interrumpió la fila de personas que esperaban para ingresar a Casa de Rosada en 9 de Julio y Avenida de Mayo.
En un principio, la familia Maradona había exigido terminar la ceremonia a las 16:30, lo que tornaba imposible el acceso de las cientos de miles de personas que esperan en el centro porteño para darle el último adiós presencial al mejor jugador de fútbol de todos los tiempos.
El presidente Alberto Fernández intervino y habló con las hijas del fallecido DT de Gimnasia y Esgrima La Plata para extender el velatorio hasta las 19. Sin embargo, la novedad no calmó a los fanáticos que se encontraban en Plaza de Mayo, que empezaron a amucharse en el ingreso al Salón de los Patriotas Latinoamericanos. Desesperados, muchos de ellos empezaron a trepar rejas y tirar vallas.
Luego de dos horas de tensión con el cordón que se formó para cortar el ingreso del público a la fila para llegar hasta la Casa Rosada se produjo una nueva y fuerte represión policial contra los fanáticos del ídolo.
La policía volvió a dispersar a la gente con balas de goma y gases lacrimógenos, tanto hacia el sur como hacia el norte y también para el lado del Congreso de la Nación.
“Le exigimos a Rodríguez Larreta y Santilli que frenen ya esta locura que lleva adelante la Policía de la Ciudad. Este homenaje popular no puede terminar en represión y corridas a quienes vienen a despedir a Maradona”, expresó el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, a través de Twitter.
Luego del pedido de la cartera de Interior, los cordones policiales impuestos a la altura de la Nueve de Julio se abrieron al paso del público.
El diputado nacional Leopoldo Moreau, en declaraciones a Télam, responsabilizó al gobierno de la Ciudad por los incidentes.
“Lo vi con mis propios ojos, había un número no tan numeroso de gente y de repente la policía de la Ciudad lanzó un operativo de represión brutal con balas de goma y camiones hidrantes. No había ninguna razón para esto. Fue una provocación del gobierno de (Horacio) Rodríguez Larreta y de (Diego) Santilli. No hubo ningún desorden y de repente se desató una represión brutal”, denunció