Los termómetros y tensiómetros con mercurio deberán ser eliminados de los hospitales públicos y los centros de salud que dependen de la Provincia, así como de los centros privados. Considerados nocivos para la salud, ambos instrumentos deberán desaparecer de los nosocomios en un plazo de 90 días.
La ley 9605, aprobada por la Legislatura hace un par de semanas, fue reglamentada y publicada ayer en el Boletín Oficial de la Provincia, tras lo cual comenzaron a correr los tiempos previstos.
La norma precisa que la eliminación deberá ser gradual y que el Ministerio de Salud será el encargado de controlar que ello ocurra.
En su artículo 5, la ley invita a los municipios y comunas de la Provincia a adherir a la normativa.