Mientras se analiza si es conveniente la vuelta a clases y algunas jurisdicciones ya debaten ideas y protocolos, la viceministra de Educación de la Nación, Adriana Puiggrós, renunció a su cargo.
En ocho meses de gestión, Puiggrós hizo polémicas declaraciones. En una de esas oportunidades, el titular de aquella cartera, Nicolás Trotta, se vio obligado a desmentirla.
En marzo, la ahora ex funcionaria dijo que estaba en contra de las pruebas estandarizadas. “Evaluar no es un elemento de la enseñanza, es un instrumento de control y de selección y está pensado desde una lógica empresarial. Lo que busca es reducir cantidad de alumnos, de docentes, desde una idea meritocrática”, planteó en una entrevista. Trotta debió aclarar que el país iba a seguir participando en las pruebas de la OCDE (PISA) y en las de la Unesco (TERCE y SERCE).
Además, rectificó a su segunda e interpretó que no se refirió “a la evaluación en general”, sino a “cierta evaluación estandarizada”, y afirmó que la cartera consideraba importante evaluar.
Un mes después, en abril, en un su cuenta de Twitter, Puiggrós vinculó a la pandemia del coronavirus con “el capitalismo financiero”. “El coronavirus infectó sociedades humanas enfermas de neoliberalismo. La destrucción ambiental llevada a cabo por el capitalismo financiero liberó el virus”, escribió.
Los dichos de la pedagoga fueron motivo de burla en las redes sociales durante días.