El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, de 65 años, anunció su renuncia, por el agravamiento de un problema de salud crónico: la colitis ulcerosa crónica que sufre desde que era adolescente.
Se trata de mandatario nipón que pasó más tiempo en su cargo (casi nueve años).
Abe explicó que tomó la decisión de dejar su puesto porque no quiere que su enfermedad perjudique su desempeño.
El funcionario se disculpó con el pueblo japonés por no completar su mandato. “Si no se está en buena forma física no se deben tomar decisiones políticas importantes ni dejar de producir resultados”, afirmó ante los periodistas en la sede de la Jefatura de Gobierno.
La salida de Abe marca el final de una era de estabilidad política, atípica en un país acostumbrado a Gobiernos que terminan antes de tiempo, en la que estableció fuertes vínculos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mientras indignó a China y Corea del Sur con sus políticas ultranacionalistas.
Abe también logró sacar a Japón de la recesión, antes de que la economía fuera golpeada nuevamente por la pandemia de coronavirus. También reforzó la capacidad de defensa de su país.
Se espera que Abe, cuyo mandato finaliza en septiembre de 2021, permanezca en el cargo hasta que el Parlamento elija y apruebe formalmente a un nuevo líder del Partido Liberal Democrático (PLD).
La lista de candidatos la encabezan, entre otros, el ex ministro de defensa Shigeru Ishiba; el canciller Fumio Kishida, y el secretario jefe del Gabinete, Yoshihide Suga.