Nahir Galarza, la joven de 21 años condenada a cadena perpetua por matar en diciembre de 2017 a Fernando Pastorizzo, en Gualeguaychú, de dos disparos con la pistola de su padre policía, seguirá en prisión mientras dure la pandemia del coronavirus.
El Supremo Tribunal de Justicia de Entre Ríos rechazó concederle la domiciliaria, tal como pidió la defensa, alegando que la sentencia condenatoria no está firme porque resta un eventual fallo de la Corte Suprema.
La idea de los abogados era que su asistida cumpliera su condena en la casa que sus padres alquilan en Paraná, junto a ellos y a su hermano. Argumentaron que debido a la crisis sanitaria no puede recibir visitas en la cárcel de mujeres de la capital de Entre Ríos.
Los jueces Miguel Angel Giorgio, Claudia Mizawak y Daniel Carubia enfatizaron que la pretensión de excarcelación era improcedente y recordaron que la mujer “no se encuentra alcanzada por alguna verificable situación de riesgo”.
En su decisorio, los camaristas resaltaron que Galarza está en una celda que cuenta con TV por cable y otras comodidades y que se comunica con su familia por videoconferencia.
Así, concluyeron que su actual alojamiento en la Unidad Penal Número 6 ofrece las condiciones necesarias para mantener su aislamiento social, al igual que el resto de la comunidad.