ESCUCHARDaniel Drache es profesor en Ciencias Políticas y director asociado de Robarts Centre for Canadian Studies. De paso por Córdoba, invitado por el Centro Canadá-Córdoba y la Asociación de Estudios Canadienses (Asaec), habló con Comercio y Justicia sobre la crisis, el rol del gobierno, el presidente estadounidense Barak Obama y las relaciones internacionales.
– Hay quienes consideran que lo peor de la crisis ya pasó, ¿cómo lo visualiza usted?
– Hay que ser muy cuidadoso con eso. Hay muchos organismos, entre ellos el Banco Mundial, que ven que aún no hay recuperación. Muy por el contrario, consideran que el desempleo seguirá aumentando, con lo cual es imposible pensar que estemos en un proceso de recuperación. La crisis terminará cuando la gente comience a recuperar el empleo. Los que indican que esta debacle está llegando a su fin, lo dicen en función de que el mercado de las acciones, la Bolsa en Estados Unidos, ha crecido estos meses un 30 ó 40%, pero eso no significa el fin de la crisis.
– ¿Y en América Latina?
– Aquí la crisis es estructural. Las economías se están empequeñeciendo y los países tienen diversos problemas. Se pueden enumerar tres grandes desafíos: generar habilidad para hacer crecer las economías regionales, luchar contra la amenaza de la inflación y la deuda, que representa un alto porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) de cada país.
– ¿Cuál es el rol del Gobierno?
– El Gobierno tiene la responsabilidad de hacer posible la recuperación. El gran desafío pasa por incorporar a la población que ha caído bajo la línea de pobreza. Debe proteger a los sectores vulnerables y crear la infraestructura necesaria, industrias que permitan a la gente volver a contar con un empleo. El rol del Gobierno es ser práctico para poder así solucionar problemas complejos. Debe reducir la pobreza y aumentar la eficacia de la economía. Sucede que en muchos casos, hay que lidiar con distintos intereses y en su gran mayoría, éstos son poderosos. En Estados Unidos, el presidente Barak Obama prometió una nueva ley de salud que ya ha enviado al Congreso y detrás de esto hay laboratorios, droguerías, institutos y empresas de medicina privada que mueven millones y van a tratar de que no salga. Otra cosa que deben promover los gobiernos es el acceso a la educación y una educación de calidad. Yo creo que la cuestión pasa por reconocer que toda crisis abre nuevas oportunidades. El problema está en que aún no sabemos si los representantes van a aprender la lección.
– ¿Cómo ve la economía de Estados Unidos?
– Está mejorando. El desempleo sigue creciendo, pero ya no tanto. Sucede que va a ser difícil ver la recuperación antes de fines de 2010 y para eso falta mucho. Sin embargo, la gestión de Obama es notable; aún no ha dado ni un solo paso en falso. Tiene dos cualidades sobre las que puede descansar: su capital político (una elección en la que obtuvo 65% de los votos, es histórica) y una suerte de equilibrio con el Partido Republicano y con algunos demócratas que no comparten sus ideas.
– ¿Cómo ve la Argentina?
– Argentina tiene muchos problemas a largo plazo: la industrialización, la pérdida de las empresas del Estado, la pobreza y la riqueza tan dispersas y con una brecha tan grande. El futuro para Argentina y Brasil pasa por la cooperación, por el Mercosur
