La intervención el Gobierno nacional del Grupo Vicentin, oficializada ayer mediante un decreto publicado en el Boletín Oficial, dividió a dirigentes y organizaciones políticas, sociales, económicas y hasta profesionales en posiciones a favor y en contra de la medida, defendida ayer por el propio presidente Alberto Fernández y otros miembros de su gobierno cuando ya a media rueda de la jornada bursátil se conocía la reacción negativa de los mercados al anuncio.
En un arco que abarcó desde centrales obreras hasta organizaciones sociales, del sector pyme y del sector agropecuario, hubo ayer masivos pronunciamientos favorables a la medida anunciada el lunes en forma sorpresiva por Alberto Fernández y su ministro de Producción, Matías Kulfas. Por su parte, fuera de los esperados rechazos de la oposición política, se registraron ayer las primeras reacciones institucionales en contra de la intervención, a la par que se expandía una campaña de reacción por redes sociales que logró sobre la tarde una manifestación relativamente numerosa de vecinos de las localidades santafesinas de Reconquista y Avellaneda, en contra de los anuncios oficiales.
Poco antes de la apertura de los mercados, fue el propio Presidente quien salió a poner paños fríos a la tumultuosa circulación de especies en la prensa nacional de que Vicentin sería la primera de una serie de expropiaciones que abarcaban entre otras, a la lechera SanCor y otras alimentarias cuyanas hoy en situación de quiebra. La intervención de Vicentin “es excepcional” y “no está en la cabeza” del Gobierno “andar expropiando empresas”, dijo el primer mandatario, al tiempo que sostuvo que la decisión se tomó para “preservar una empresa muy importante del mercado cerealero” y para mantener “la fuente de trabajo y la tranquilidad de los productores”.
Más tarde, otros funcionarios del Gobierno como Luis Basterra, ministro de Agricultura, y Santiago Cafiero, jefe de Gabinete de ministros, agregaron precisiones a los anuncios. “A la Argentina y al Gobierno les interesa la expansión de la producción”, dijo Basterra y aseveró que con ese objetivo se sostendrá a la intervenida empresa Vicentin, ya que es “muy importante salvar a una firma que juegue en este sector estratégico”.
En una entrevista por Canal 3 de Formosa, Basterra dijo: “El Presidente instruyó que esta empresa no quiebre, ya que es muy importante salvar a una firma argentina que juegue en este sector estratégico, sobre todo cuando para Argentina el gran desafío es superar la restricción externa de divisas”.
Destacó además “la posibilidad que brinda tener a Vicentin activo, con un compromiso de parte del Estado Nacional de involucrarse a través de un modelo exitoso como lo es YPF Agro, en lo que es el comercio internacional, ya que hoy tiene una intervención en el mercado de granos muy importante. Llegó a exportar prácticamente entre ocho y 10 por ciento del total de granos exportados de Argentina y tiene una inserción muy grande”.
Asimismo, resaltó que con esta decisión el país está “dando un paso hacia la soberanía alimentaria; a la Argentina y al gobierno de Alberto Fernández les interesa la expansión de la producción. Nos hemos fijado como meta llegar a los 200 millones de toneladas (de cosecha) en un período que lo estamos construyendo con el sector productivo”.
La medida gubernamental fue apoyada fervientemente por la CTA Autónoma, la Corriente Federal de la CGT, la Asociación Bancaria y otros sindicatos nacionales, Fecofe desde el sector agropecuario, Apyme, la Federación de Aceiteros, además de organizaciones sociales.
Entre los rechazos institucionales se destacó ayer un comunicado de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que criticó la medida al advertir que “la historia demuestra que los avances del Estado sobre las empresas privadas no han sido positivos”.