ESCUCHARCon el regreso de la actividad judicial tras el receso de la feria durante enero y abriendo el paraguas de lo que depara el 2009, el año donde se sentirá a pleno el efecto de la crisis global, Carlos Andreucci, presidente de la Federación Argentinca de Colegios de Abogados (FACA) trazó a Comercio y Justicia un panorama del escenario que deberán abordar los abogados.
“Habrá que prevenir la fuerte conflictividad social que trae la crisis y la insatisfacción por la inestabilidad que ésta genera. Se prevé un fuerte incremento de la litigiosidad por varios aspectos: los riesgos en el empleo y la economía, la violencia intrafamiliar generada por la insatisfacción y el agotamiento de la burbuja fiscal. La gente no soporta la presión fiscal con semejante superposición desde la Nación, provincia y municipio”, graficó el abogado.
Asimismo, señaló que, al igual que en Estados Unidos (EEUU), ya se manifiesta un incremento de las quiebras y concursos en los tribunales de todo el territorio nacional.
Aunque no pudo precisar proyecciones numéricas de lo que podría acontecer este año en Argentina fruto del efecto derrame de la crisis, advirtió sobre los números que se manejan en el país del norte. “Mientras que en 2008 EEUU cerró con unas 800.000 quiebras y concursos, los norteamericanos creen que este año llegarán a los 2 millones”, alertó.
“Estamos haciendo un relevamiento por las distintas regiones y advertimos que la inestabilidad económica y laboral, sumado a un año electoral, tiene el riesgo de un ‘coctel tipo Molotov’. Deberemos trabajar todos por el sostenimiento de la estabilidad institucional y fiscal para que la ciudadanía siga teniendo confianza en el modelo y en la democracia”, afirmó el máximo directivo de la FACA.
Recién iniciado el año judicial, Andreucci sostuvo que en el plano de los tribunales habrá que trabajar para evitar el “paralelismo” en el manejo de la Justicia que aflora cuando la gente deja de confiar en la respuesta que pueda dárseles desde la estructura judicial oficial, situación que suele agudizarse con las crisis. “El reclamo por mayor seguridad va ganando la calle, esto nos preocupa, sumado a la presencia en las calles por reclamos laborales y gremiales”, ejemplificó.
Por otra parte, el letrado hizo hincapié en que la crisis pone en relieve la necesidad de mejorar la accesibilidad a la defensa judicial, sobre todo de los sectores más vulnerables que no tienen, ni tendrán, para pagar a un abogado particular.
“La proyección indica que se dará la incorporación de una enorme masa de ciudadanos que pondrán a prueba la defensa pública. Además, los fiscales estarán más exigidos”, vaticinó.
“En el balance que hacemos desde la Federación -agregó- advertimos que este año habrá que trabajar fuerte por la inclusión 100 por ciento, es decir por la exclusión cero. Los defensores públicos tendrán mucho trabajo en cuatro temas sensibles: violencia juvenil, usuarios y consumidores (por casos de créditos y servicios), violencia familiar y causas sobre derecho alimentario y pensiones”.
Finalmente, Andreucci exhortó a sostener la institucionalidad apostando al diálogo y al consenso a pesar de las turbulencias del contexto. “Lo primero que se corta en la crisis es el diálogo y en esto tendremos que contribuir todos para sostener la democracia”.
