En tiempo récord, la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos aprobó ayer, con el apoyo de la mayoría demócrata y un puñado de legisladores republicanos, la apertura en el Senado de un segundo juicio político contra el presidente Donald Trump, decisión inédita en la historia del país, a sólo siete días de la asunción del mandatario electo, Joe Biden.
Después de una sesión tensa que terminó con un maratón de discursos de hasta 30 segundos -para permitir que la mayor cantidad de congresistas, a favor y en contra, y con una pasión poco común, se expresaran-, la Cámara de Representantes aprobó por 232 votos a favor y 197 en contra la acusación por el cargo de “incitación a la insurrección” durante el ataque al Capitolio que protagonizaron miles de sus simpatizantes la semana pasada.