ESCUCHARUn estudio realizado en las principales cadenas de retail de Argentina muestra que la oferta disponible de los sistemas de calefacción se concentra en las propuestas de alimentación eléctrica, por sobre las tradicionales estufas a gas. Según un relevamiento realizado por Wabee entre los primeros, en 36% de los casos, se trata de acondicionadores de aire frío/calor.
“Los argentinos avanzamos en el reemplazo de los tradicionales sistemas de calefacción a gas por otras fuentes de energía más limpias, como es la electricidad”, señala Claudio Figuerola, CEO de Wabee, empresa de capitales argentinos enfocada en el desarrollo de dispositivos para monitorear el consumo de energía eléctrica que contribuyan a una mayor eficiencia energética.
Según Wabee, a partir de las mediciones realizadas entre enero y mediados de julio de este año, los hogares que hayan hecho el reemplazo de sus estufas por acondicionadores de aire con eficiencia energética A, tanto en frío como en calor, pueden registrar en invierno un consumo mayor que el que tuvieron durante el verano para un mismo nivel de temperatura, por ejemplo, 24º. Ello, porque en modo calor demanda más energía que en modo frío. “Lo cierto es que, para un ambiente de 40 m2, vimos que el incremento en el consumo puede alcanzar 36% en invierno respecto de lo consumido durante los meses de más calor, cuando las altas temperaturas del verano generaban la demanda de refrigeración”, señala Figuerola.
El caloventor es el artefacto más peligroso para el bolsillo (2.400 kilovatios por hora) mientras que el aire acondicionado consume 1.013 para un equipo de 2.200 calorías; si es programado en 24º, se asegura un consumo menor.
Factores estacionales -bajas temperaturas, menos horas de luz solar y más en la casa- hacen que suba el consumo. Así, con el aumento de las tarifas, es posible que en los próximos meses el valor a pagar por consumo sea más alto que el de las facturas de marzo y junio.
“Es difícil hacer una proyección generalizada del tema, porque mucho del consumo depende de la cultura de uso y cuidado de los recursos que haya en cada hogar, así como los parámetros de aislación de los ambientes respecto del exterior”, apunta Figuerola. “Lo que queda claro es que ya no es opción no controlar y medir el consumo porque en Argentina 36% de la oferta de climatización que podemos encontrar en cadenas de retail se concentra en aires acondicionados, mientras que 27% de la oferta le corresponde a los caloventores y paneles eléctricos, dejándonos así con tan sólo 37% del porcentaje destinado al gas”.
