ESCUCHARCada día que pasa el consumidor es más complejo y exigente y todas las modas cambian a un ritmo vertiginoso. Así, esta innovación constante implica que las empresas deban estar siempre delante de las necesidades de los consumidores. En este contexto, los denominados “cool hunters” son un recurso muy útil para las marcas, ya que analizan el material social y cultural creado por la gente en su vida cotidiana, para recrear o resignificar los atributos de los productos, según explicó a Comercio y Justicia Mariela Mociulsky, especialista en investigación de mercado y análisis de tendencias y socia de la consultora Trendsity.
– ¿Qué se entiende por coolhuntig?
– Para explicar mejor esta nueva palabra podemos comenzar por lo que significa “cool”. Hoy ser “cool” es ser original y único en un millar de millones, como defensa frente a la presión de la globalización. Esta palabra emergió en Estados Unidos cerca de la Segunda Guerra Mundial, en el ambiente del jazz. El término está muy unido a la raza negra como forma de autoexpresión (subcultural, minoritaria) no controlada por el poder blanco (cultura dominante) y luego fue quedando la idea de que lo “cool” es lo que es “para pocos, para los que saben”. En paralelo, surgió la preocupación por detectar quién era “cool” y qué significaban estas tendencias emergentes, descifrar los códigos que lo convierten en “cool” y poder crear en sintonía con dichos códigos nuevas propuestas. Por eso las marcas comenzaron a interesarse en poder captar el mundo “cool” y se creó este nuevo oficio de “cool hunter” o cazador de tendencias.
– ¿Desde cuándo se utiliza en la Argentina?
– Comenzó a usarse en este país desde hace unos cinco años aproximadamente y, en general, de la mano de pedidos de grandes empresas que ya lo utilizaban en otros países. Buenos Aires en muchos casos fue elegida dentro de las ciudades que generan o manifiestan tendencias interesantes y se contratan cool hunters de aquí para proyectos multinacionales.
– ¿Cuáles son las funciones principales de los cool hunters?
– Se trata de ir a los hogares, a los trabajos de la gente, a la calle, los medios de transporte, fiestas, puntos de venta (ámbitos naturales de la gente), mantener conversaciones espontáneas, registrar en imágenes los emergentes acerca de cómo viven, sus opiniones, cómo se comunican, cómo consumen, qué nuevos hábitos tienen. Básicamente, se trata de desarrollar una capacidad de observación y análisis de emergentes que ayudan a describir al actor social, pero también comprenderlo en profundidad, conocer las determinaciones sociales y culturales de sus hábitos y cambios de conducta y sus valoraciones. Son parte de algunos nuevos oficios que han surgido, nuevos estilos de trabajo donde el talento, la creatividad y el arte de sintetizar se necesitan para procesar la realidad -cada vez más densa de estímulos y manifestaciones- y darle un sentido que permita operar.
– ¿Cuáles son los beneficios que obtiene una empresa al conocer las nuevas tendencias?
– Las tendencias son fuente de inspiración para las marcas que utilizan los hallazgos de lo creado por la gente en la vida cotidiana, para recrear o resignificar productos. Las megatendencias, que tienen mayor duración en el tiempo, son ejes que marcan el sentido, hacia qué dirección está yendo la sociedad y por qué. Los cool hunters son para nosotros una fuente valios
