El primer ministro británico, Boris Johnson, se comprometió a aumentar su apoyo a Ucrania en una conversación telefónica que mantuvo con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tras los ataques rusos a la capital, Kiev, mientras en Moscú el Gobierno ruso anunció que cerró su espacio aéreo a todos los aviones vinculados con Gran Bretaña.
Durante la llamada, el presidente ucraniano informó a Johnson “sobre los últimos avances militares rusos, incluidos los ataques con misiles y artillería contra ciudades ucranianas y los terribles sucesos ocurridos en Kiev esta madrugada” en el segundo día de la invasión ordenada por Moscú, dijo un portavoz de Downing Street.
Johnson aseguró que “el mundo está unido en su horror por lo que está haciendo (el presidente ruso Vladimir) Putin”, y “prometió más apoyo” en los “próximos días”, sin especificar su naturaleza, reportó la agencia de noticias AFP citando al portavoz oficial.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, reiteró a la BBC que el Reino Unido no enviaría tropas británicas para “luchar directamente” contra los rusos.
Esa decisión “desencadenaría una guerra europea ya que somos un país de la OTAN (…) y por tanto Rusia atacaría a la OTAN”, dijo el ministro.
El Reino Unido ya dijo que está dispuesto a proporcionar armas defensivas.
En tanto, Rusia prohibió este viernes entrar en su espacio aéreo a todos los aviones vinculados con el Reino Unido, después de las sanciones impuestas por Londres a la aerolínea rusa Aeroflot tras la invasión de Ucrania.
El espacio aéreo queda prohibido a todos los aviones “pertenecientes, alquilados o explotados por una persona vinculada con el Reino Unido” y aquellos que están registrados en ese país, dijo el regulador aéreo ruso Rosaviatsia en un comunicado.
La medida también incluye a los vuelos que transiten por el territorio ruso, un espacio clave que une Europa y Asia, según la misma fuente.
Londres impuso el jueves una nueva serie de sanciones contra Rusia, entre ellas la prohibición a la compañía aérea rusa Aeroflot, miembro de la alianza internacional SkyTeam con la franco-neerlandesa Air France-KLM, de operar en el Reino Unido.
Las sanciones británicas fueron tomadas en reacción a la decisión del presidente ruso Vladimir Putin de invadir Ucrania.