El Reino Unido impuso este jueves 10 de marzo sanciones a siete empresarios rusos, entre ellos el dueño del Chelsea, Roman Abramovich, y suspendió la venta del club de fútbol inglés, en respuesta la invasión rusa de Ucrania.
A Abramovich y los otros empresarios se les congelarán todos sus activos en el Reino Unido, adonde no podrán viajar, dijo el Gobierno británico, que luego anunció que la venta de Chelsea quedaba suspendida por las sanciones.
La canciller británica, Liz Truss, dijo que el congelamiento alcanza fondos por 15.000 millones de libras (unos 20.000 millones de dólares) y que los imperios comerciales, riqueza y conexiones de los sancionados están asociados con el Kremlin.
Truss dijo que también fueron sancionados al exsocio comercial de Abramovich, Oleg Deripaska; el director general de la petrolera rusa Rosneft, Igor Sechin, y el jefe de la empresa estatal de gas rusa Gazprom, Alexei Miller.
Completan la lista los directivos del banco VTB, Andrei Kostin, la empresa de distribución de hidrocarburos Transneft,, Nikolai Tokarev, y el Banco Rossiya, Dmitri Lebedev, agregó la canciller.
El primer ministro Boris Johnson dijo que “no puede haber refugios seguros” para quienes han apoyado la invasión rusa de Ucrania.
“Las sanciones de hoy son el último paso en el apoyo inquebrantable del Reino Unido a el pueblo ucraniano”, dijo el premier.
“Seremos despiadados al perseguir a quienes permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos”, agregó.
Más tarde, el Gobierno dijo que el proceso de venta de Chelsea iniciado recientemente por Abramovich quedaba suspendido.
“Las restricciones de congelación de activos también se aplican a todas las entidades que son propiedad o están controladas por Roman Abramovich”, dijo el Gobierno en un comunicado.
“Esto significa que el Chelsea Football Club está ahora también sujeto a una congelación de activos en virtud de las sanciones financieras del Reino Unido”, por lo que no puede venderse, agregó.
No obstante, el Gobierno aclaró que dio una licencia que autoriza la continuación de una serie de actividades relacionadas con el Chelsea.
Esto incluye permisos para que el club continúe jugando partidos y realizando otras actividades relacionadas con el fútbol.
El Reino Unido ya ha sancionado a más de 200 de las personas, entidades.